Decenas de miles de chilenos salieron hoy a las calles para demandar el fin del sistema privado de pensiones vigente en el país, respondiendo a un paro nacional que con ese objetivo convocaron diversas organizaciones sociales, encabezadas por la Coordinadora "NoS".

El paro ha sido convocado al cumplirse 36 años desde que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) emitió un decreto que estableció en el país un sistema basado en la capitalización individual de un fondo de jubilaciones, administrado por empresas privadas denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

En la actualidad, según un estudio de la Fundación Sol, el 90,75% de los jubilados por el sistema reciben pensiones inferiores a 154.304 pesos mensuales (unos 211 euros), casi la mitad del sueldo mínimo establecido en el país, mientras sus aportaciones mensuales son invertidas en la capitalización de grandes empresas.

Unas 10.000 personas se congregaron en la Plaza de Armas de Santiago, en el corazón de la ciudad, y marcharon unos dos kilómetros hacia la Plaza Los Héroes, en la Alameda Bernardo O''Higgins, la principal avenida de la capital.

Manifestaciones similares tuvieron lugar en distintas ciudades de todo el país, todas pacíficas, contrariamente a los incidentes violentos ocurridos en las primeras horas del día.

Dos autobuses quemados, colegios ocupados, bloqueos de calles y enfrentamientos entre manifestantes y policía en distintos puntos de Santiago y otras ciudades marcaron el arranque de la jornada.

Millones de personas tuvieron problemas para desplazarse a sus actividades diarias en Santiago, pues el Metro suspendió momentáneamente algunos de sus servicios por el lanzamiento de objetos a las vías y la locomoción colectiva escaseó, por la adhesión de algunos sindicatos de conductores al paro.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, condenó el vandalismo a través de su cuenta de Twitter, en la que escribió: "Las marchas pacíficas por mejores pensiones hacen más clara la voz ciudadana. La violencia no es el camino para un gran acuerdo nacional".

"Presidenta, desde el 31 de agosto que esperamos su respuesta. Usted quedó de darla en tres semanas", replicó Luis Mesina, portavoz de la Coordinadora "NoS".

Poco después, Bachelet publicó un nuevo mensaje, en el que sostuvo que "un acuerdo nacional para las pensiones requiere aunar muchas voluntades para que sea sustentable. Eso toma tiempo y diálogo".

Posteriormente, los líderes del movimiento entregaron en el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno chileno, una carta dirigida a Bachelet, en la que emplazan al Ejecutivo a celebrar un plebiscito para que sean todos los chilenos quienes decidan si quieren o no que se mantenga el sistema AFP o se reemplace por otro de reparto solidario.

También llamaron a Bachelet a "escuchar la voz de los ciudadanos y a no seguir justificando un sistema de pensiones que ha demostrado en la práctica, que atenta contra la calidad de vida de la familia chilena".

"Queremos el derecho a elegir un sistema de seguridad social que resguarde los fondos de propiedad de los trabajadores", plantea el texto.

Hasta ahora, el Gobierno ha ofrecido crear una AFP estatal que regule mejor el sistema y un aumento de las cotizaciones desde el 10 al 15 % de los salarios, a cargo de los empleadores.

Las AFP y los empresarios aceptaron en principio este aumento, pero a condición de que esos recursos vayan a las cuentas individuales de los afiliados y no a un fondo solidario destinado a mejorar las pensiones más bajas.

El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, anunció la presentación de querellas por el incendio total de dos autobuses y frustrado de otros dos.

En la otra trinchera, los convocantes al paro se desmarcaron de la violencia: "Jamás hemos llamado a quemar buses". (Los vándalos) "son enemigos de nuestro movimiento. Los que han quemado buses están ligados a los que se oponen a nuestras demandas", explicó Luis Mesina a los periodistas..

"Nosotros hemos dado la cara, nos hemos movilizado a rostro descubierto y no queremos que la manifestación se manche con actos vandálicos" insistió.

A la convocatoria se sumaron otras organizaciones, como los gremios de empleados públicos, que están en huelga en demanda de un aumento salarial y la Plataforma "Chile Mejor Sin TPP".

Tras las manifestaciones que han tenido lugar en todo Chile, las organizaciones han convocado una cacerolada a partir de las 20.30 hora local (23.30 GMT).