La Comisión Europea no termina de restañar una herida cuando necesita otra venda para un nuevo zarpazo. La última llaga de Bruselas, sin sutura todavía, emerge en forma de comentarios faltones sobre chinos, homosexuales, mujeres y valones vertidos por el comisario alemán, Günther Oettinger.

El responsable europeo de Economía Digital, llamado a asumir la cartera de Presupuesto cuando la búlgara Kristalina Georgieva fiche por el Banco Mundial el próximo enero, no dejó títere con cabeza en un discurso pronunciado el miércoles para amenizar una cena organizada por la patronal de Hamburgo (Alemania).

Hasta el excanciller Gerhard Schroeder se llevó lo suyo por haber abanderado un "populismo light", según la ristra de declaraciones de Oettinger que alguno de los asistentes a la cena grabó en vídeo con su teléfono y filtró al semanario germano "Der Spiegel".

Con una cierta flema irónica que desataba carcajadas entre los comensales, el democratacristiano lanzó una serie de desafortunados comentarios, a juzgar por la oleada de críticas que ha encajado.

La incontinencia verbal de Oettinger salpica también al Ejecutivo comunitario que le paga 21.332 euros al mes por sus servicios, entre los que se cuenta abstenerse "de cualquier acto incompatible con el carácter" de sus funciones, según su declaración solemne cuando juró el cargo.

El pretendido sarcasmo del político, de 63 años y oriundo de Stuttgart, recayó primero sobre la delegación china que recientemente visitó Bruselas: un grupo de "nueve hombres" y "ni una mujer" todos de un "solo partido" vestidos con "chaqueta azul oscura" que iban "peinados de izquierda a derecha" y "con un puro".

El texto que precede al vídeo explica que su autor comenzó a grabar tras escuchar al comisario utilizar la expresión "ojos rasgados" para referirse a los nacionales de China, país donde Alemania colocó el 6 % de sus exportaciones en 2015.

Oettinger, exministro-presidente de la región germana de Baden-Wurtemberg (sureste) y comisario desde 2010 en distintas carteras, también se explayó sobre el matrimonio homosexual "pronto obligatorio" en Alemania, y contra el bloqueo de la región belga de Valonia al acuerdo de libre comercio CETA entre la Unión Europea y Canadá.

"Una microrregión gestionada por comunistas que bloquea a toda Europa no es aceptable", dijo Oettinger sobre la mitad francófona belga.

Su presidente, el socialista Paul Magnette, no tardó en reaccionar y calificó las declaraciones como "indignas de un comisario" de la Unión Europea.

Oettinger, que también arremetió contra la discriminación positiva hacia las mujeres en el mercado laboral, se justificó en las páginas de "Die Welt" a propósito de su comentario sobre los "ojos rasgados", considerando que se enmarcan dentro de un lenguaje "familiar", sin intención alguna de "faltar el respeto a China".

Pero no hizo referencia al resto de comentarios, que le han valido críticas, por ejemplo, de la secretaria general de los socialistas alemanes, Katarina Barley, quien aseguró en las páginas de "Der Spiegel" que "alguien que esparce abiertamente opiniones racistas y homófobas se descalifica para las más elevadas funciones públicas".

Por su parte, la asociación francesa SOS Racismo ha pedido expresamente al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y a la canciller alemana, Angela Merkel, que apliquen "sanciones adecuadas" al comisario por sus "comentarios racistas" y los que "rezuman homofobia y sexismo".

Merkel, a través del portavoz de su Gobierno, ha salido al paso diciendo que Oettinger tiene "por descontado" su plena confianza, mientras que el portavoz de la Comisión Europea se limitó a reiterar, ante la insistencia de la prensa, que el Ejecutivo comunitario no tiene nada que añadir a lo que ya ha explicado el comisario.

"No tenemos un FBI en la Comisión", dijo el portavoz jefe de Bruselas, Margaritis Schinas, preguntado sobre si la CE contemplaba abrir una investigación.

En la misma rueda de prensa, Schinas anunció que el comité de ética de la CE no ve razones para sancionar a su expresidente José Manuel Durao Barroso por fichar por el banco Goldman Sachs, tras dejar Bruselas,

Aprovechó también para señalar que ese vigía deontológico del Ejecutivo Comunitario aún no ha terminado de analizar el caso de la excomisaria de Competencia y Telecomunicaciones Neelie Kroes, quien olvidó declarar que compatibilizaba su cargo con la gestión de una sociedad "off-shore" en Bahamas.