La justicia alemana abrió hoy un juicio por evasión fiscal contra el exagente Werner Mauss, de 76 años y retirado tras décadas en activo en los más diversos casos, incluidas mediaciones con la guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En el proceso, abierto en la Audiencia de Bochum (oeste del país), se imputa a Mauss haber evadido unos 15 millones de euros en concepto de impuestos, derivados de ingresos no declarados y depositados bajo tres nombres falsos en fundaciones en el extranjero.

La pista de estos ingresos saltó a la luz a raíz de la adquisición por las autoridades del "Land" de Renania del Norte-Westfalia (oeste) de un CD con datos de presuntos evasores fiscales en Liechtenstein.

Posteriormente su nombre quedó asimismo comprometido por el escándalo de los llamados "Papeles de Panamá" sobre sociedades "offshore".

Hasta ahora, Mauss ha rechazado contundentemente las acusaciones de fraude fiscal y sus abogados sostienen que ha cumplido escrupulosamente con sus obligaciones ante la Hacienda alemana.

Sí ha admitido haber tenido depósitos en empresas panameñas, aunque supuestamente se trataba de fondos destinados a "fines humanitarios".

Los cargos de la acusación remiten a fondos presuntamente no declarados correspondientes a un periodo que va de 2003 a 2015 y que estaban depositados en Luxemburgo, Liechtenstein y las Bahamas.

En caso de ser declarado culpable, podría acarrearle una pena de varios años de cárcel.

El exagente es una especie de leyenda viva del espionaje alemán, ya que se le consideró el hombre clave, a la sombra, del coordinador de los servicios secretos germanos, Bernd Schmidbauer, en tiempos del canciller Helmut Kohl.

Durante décadas intervino en las más diversas y arriesgadas operaciones en todas partes del mundo, desde mediador en la liberación de rehenes a casos vinculados con redes terroristas, guerrillas y narcotráfico.

Se estima que contribuyó a la detención de unos 2.000 criminales y que salvó la vida a más de 40 personas.

En Colombia estuvo preso junto a su esposa Ida durante unos meses, entre 1996 y 1997, tras haber intervenido como mediador en la liberación de una ciudadana alemana secuestrada por ELN, pero finalmente fueron declarados inocentes de todos los cargos.