El presidente de EEUU, Barack Obama, cerró hoy su última gira por Asia, región a la que ha dado prioridad en su política exterior, con varias asignaturas pendientes, entre ellas el creciente poder de China, la amenaza nuclear de Corea del Norte y el rechazo interno al Tratado Trans-Pacífico (TPP).

El viaje a China, donde participó en su última cumbre del G20, y a Laos, ha sido el undécimo oficial por Asia, un continente al que Obama ha dedicado tiempo y esfuerzo desde que llegó a la Presidencia en 2009, aunque sobre todo desde 2011, con una estrategia bautizada por la Casa Blanca como la del "reequilibrio" de EEUU en la región.

Pero en estos últimos años también se ha visto un intento "cada vez más agresivo" por parte de China de "establecer su dominio sobre el mar del Sur de China", como recuerda hoy el diario The Washington Post en un editorial.

En la misma línea y en otro editorial, The New York Times alerta de que los "movimientos agresivos" de China en ese mar "dominarán cada vez más el futuro de la región y presentarán un reto complicado de manejar para el sucesor de Obama" en la Casa Blanca a partir de enero.

Es cierto que la política de diálogo y cooperación con Pekín impulsada por Obama ha sido la base de éxitos como el acuerdo nuclear con Irán o la ratificación conjunta por parte de EEUU y China del pacto climático de París, pero, por otro lado, no se han conseguido avances en materia de ciberseguridad o derechos humanos.

Además, incidentes como el hecho de que Obama, a su llegada a China, no pudiera bajar del Air Force One por la puerta habitual porque no estaba la escalera o el insulto ("hijo de puta") que le dedicó su colega filipino, Rodrigo Duterte, han dado munición a los que opinan que el presidente se ha dejado vapulear en su relación con los asiáticos.

En una rueda de prensa hoy antes de dejar Vientián (Laos), Obama calificó de "exagerado" resumir los resultados de esta última gira en su imagen "bajando por las escaleras cortas en China", en referencia al mencionado incidente con el Air Force One.

Obama defendió que las "preocupaciones" que ha escuchado en los últimos días no tienen que ver con si sus políticas en la región han sido "importantes y exitosas", sino con si "el interés, la presencia y el compromiso" de EEUU se mantendrán más allá de su mandato.

"Y mi esperanza y expectativa es que mi sucesor, de hecho, mantendrá este tipo de compromiso, porque muchas cosas están ocurriendo aquí", con varios países "despegando" y "una de las poblaciones más jóvenes y dinámicas del mundo", enfatizó.

El próximo inquilino de la Casa Blanca tendrá que tener muy en cuenta en su estrategia hacia Asia a una Corea del Norte "cada vez más peligrosa" que "construye ojivas nucleares y misiles capaces de alcanzar territorio estadounidense", según The Washington Post.

Obama y otros líderes mundiales "no han podido detener" ese programa nuclear de Corea del Norte, de acuerdo con The New York Times, que señala, por otro lado, la "asignatura pendiente" de la aprobación en el Congreso de EEUU del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), central en la estrategia económica hacia Asia.

Los candidatos a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, se oponen al TPP y el Senado, de mayoría conservadora, no prevé someter a voto el acuerdo antes de que termine el mandato de Obama.

Las posibilidades de que Obama se vaya con el TPP ratificado por el Congreso "son muy escasas", comentó Bonnie Glaser, experta en Asia del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS).

Glaser criticó al presidente por haber "tardado demasiado" en presionar a favor de ese acuerdo y en "hablar a los estadounidenses" de la "importancia económica" de Asia para el país.

En el terreno positivo, Glaser dijo que Obama ha sido el artífice de prestar una "mayor atención" fundamentalmente al sureste asiático, donde el papel de EEUU "se ha enfatizado y desarrollado" gracias a él, en particular a nivel diplomático y en cuanto a cooperación y presencia militar.

A su juicio, había una "creciente demanda" para que EEUU se involucrara más en la región y Obama "respondió a esa llamada".

Si es Clinton quien gana las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU, Glaser pronostica que el "reequilibrio" diplomático y militar hacia Asia "irá aún más lejos".

En caso de que gane Trump, esta experta cree que "nadie sabe" hoy por hoy cuál será su estrategia para Asia, pero lo que tiene claro es que habrá "incertidumbre" sobre el papel de EEUU y eso, por sí solo, ya es un "gran riesgo".