El presidente del Partido Comunista Unificado de Nepal (UCP-M) Pushpa Kamal Dahal, el hombre que lideró a los maoístas en la guerra civil que acabó en 2008 con la última monarquía hindú, vuelve a ser siete años después primer ministro, un cargo en el que apenas duró nueve meses en su primer intento.

De carácter fuerte, vehemente, ostentoso y a veces contradictorio, Dahal, que durante su periodo guerrillero llevaba el alias de "Prachanda" (fiero), tiene una segunda oportunidad de ser primer ministro en un momento muy complicado de la historia de su país y con la espina clavada de no haber sido capaz de aguantar en el poder en su primer intento.

Como si la vida le hubiera ofrecido la posibilidad de desquitarse, Dahal llega al poder después de que los maoístas retiraran su apoyo al Partido Comunista Unificado (CPN-UML, marxista leninista) de Sharma Oli, quien dimitió como primer ministro hace diez días.

Pese a pertenecer a la casta de los brahmines, la más alta del escalafón hinduista, Dahal nació en 1954 en una familia de extracción humilde en el distrito Kaski, al oeste de Katmandú, de donde se mudaron a Chitwan, donde su padre tuvo varios empleos con los que trató de sacar adelante a su familia.

En un episodio descrito por Anirban Roy en la biografía del guerrillero "Prachanda: The unknown revolutionary" ("Prachanda: El revolucionario desconocido"), el hoy primer ministro vio como su padre era golpeado por el casero por no poder pagar una deuda, un hecho que despertó su conciencia política, según ha reconocido el propio político.

Se graduó en Ciencias de la Agricultura y se enroló como maestro de escuela, pero su interés por el comunismo que había ido estudiando desde la secundaria le hizo ingresar en el Partido Comunista Mashal, del que se convirtió en presidente en 1989 ganando a Mohan Baidya.

Baidya, una figura clave del maoísmo en Nepal, se separó de Dahal en 2012 alegando que Dahal se había desviado del comunismo.

Bajo el liderazgo de Dahal, los maoístas se lanzaron a la guerra el 12 de febrero de 1996 con un ataque que supuso el inicio de 10 años de un conflicto que ha dejado un recuento no oficial de 15.000 muertos y que se cerró en 2006 con un acuerdo de paz, que supuso la sentencia para la monarquía nepalí.

En las primeras elecciones parlamentarias constituyentes de 2008 los maoístas ganaron 220 de los 575 escaños y en agosto de ese año Dahal pasaba de ser la principal amenaza para la estabilidad del país a convertirse en su máximo garante.

Pero el líder maoísta falló en su intento de gobernar el primer gobierno democrático.

"Fuimos arrogantes por nuestra aplastante victoria. Reflexionando ahora nuestro presidente también lo fue, fue ingenuo sobre cómo funciona un estado", indicó el dirigente maoísta Mani Thapa.

"Tratamos de cambiar drásticamente el sistema que estaba funcionando incluyendo la burocracia, el Ejército y la religión y se nos volvió en contra, lo pagamos muy caro", agregó.

Dahal tuvo desavenencias en el terreno religioso tratando de reemplazar monjes indios por locales, algo que posteriormente anuló aunque habiendo dejado ya tensiones y antipatías en la opinión pública de la India, de la que Nepal depende de manera muy importante.

También con los militares, cuando decidió cesar al jefe del Ejército Rookmangud Katawal, que había actuado como intermediario con el rey. El entonces presidente, Ram Baran Yadav, revocó la decisión y Dahal decidió renunciar.

Con la llegada de Oli al poder en octubre del año pasado, el peso de Dahal en las decisiones del país ha ido aumentando y, con la profunda crisis que vive el país tras el terremoto y la inestabilidad social por la oposición de las minorías del sur a la Constitución, su vuelta al sillón del primer ministro era una cuestión de tiempo.

Ahora vuelve a lograrlo en coalición con el otro gran partido del país el Congreso de Nepal, que preside Sher Bahadur Deuba, del que Dahal fue gran enemigo durante el periodo en que este fue primer ministro durante la monarquía y que llegó a poner precio a la cabeza del líder maoísta.

El éxito de la nueva alianza, la primera entre el Congreso y los maoístas desde el final de la guerra, dependerá de la habilidad que tenga Dahal para haber aprendido de las lecciones del pasado.