Los abogados del virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y el chef español José Andrés discutieron hoy en una corte de Washington sobre los comentarios racistas de Trump contra los mexicanos que provocaron que el cocinero se negara a abrir un restaurante en un hotel suyo.

La audiencia tuvo lugar en la Corte Superior del Distrito de Columbia y, en ella, las dos partes se centraron en las declaraciones que Trump hizo el pasado verano, cuando prometió construir un muro entre México y Estados Unidos para frenar la llegada de los mexicanos "criminales" y "violadores".

Esos comentarios hicieron que, en julio de 2015, el chef rompiera el acuerdo al que había llegado con el magnate para gestionar el restaurante del Trump International Hotel, en Washington.

"El Señor Andrés ha sido muy franco en el tema migratorio. Él tiene creencias políticas apasionadas. No estoy aquí para disputarlas o discutir sobre ellas", argumentó Rebecca Woods, la abogada de Trump durante la audiencia en la Corte Superior del Distrito de Columbia, en Washington.

"Ellos tomaron la decisión de desafiliarse de la organización Trump. Estoy aquí solo para hacer cumplir el contrato", zanjó Woods.

Por su parte, la abogada del chef, Andrés Brígida Benítez, defendió que el caso no debía basarse sobre la posición de José Andrés en inmigración.

En este sentido, Brígida Benítez argumentó que el restaurante que José Andrés tenía previsto abrir en uno de los hoteles de Trump iba a ser un "restaurante hispano" y, por tanto, se vería profundamente dañado por los polémicos comentarios del magnate contra los mexicanos y los inmigrantes indocumentados.

La audiencia de hoy simboliza un paso más en la disputa legal entre los dos empresarios que se remonta a agosto de 2015.

En ese momento, Trump interpuso una demanda contra José Andrés y le pidió una indemnización de 10 millones de dólares por haber roto el contrato y haberle ocasionado "pérdidas y daños por valor de millones de dólares".

En respuesta, el cocinero presentó en octubre una demanda contra Trump y le reclamó 8 millones de dólares por, entre otras cosas, "los gastos incurridos en el desarrollo del restaurante" que José Andrés iba a dirigir, así como "los beneficios perdidos y los intereses", según figura en la demanda.

Los abogados de José Andrés argumentan que los comentarios de Trump, en los que calificaba de violadores y criminales a los inmigrantes mexicanos, "tuvieron un efecto adverso directo" en la planificación del restaurante y que, por tanto, la culpa de la ruptura del acuerdo debe recaer sobre el magnate.

Los controvertidos comentarios de Trump le hicieron perder también otros contratos, entre ellos con las cadenas de televisión Univisión, ESPN y NBC, la cadena de grandes almacenes Macy''s y el organizador de las carreras de automóviles de Nascar.