La aplicación móvil Blablacar le pudo salvar la vida. Al menos así lo cuenta Eduardo González, estudiante de quinto de Medicina, que se trasladó días atrás desde Tenerife a Bruselas para saludar a una amiga que se acogió al proyecto de intercambio Erasmus, un programa al que se quiere sumar el próximo curso este alumno palmero. Apenas unas horas después del atentado, Eduardo se mostraba categórico: "No podemos permitir que el terrorismo nos afecte y altere nuestros planes de vida".

Natural de la Villa de Mazo, aunque con residencia en Santa Cruz de Tenerife, este alumno de Medicina en la Universidad de La Laguna, de 22 años, viajó a Bruselas para conocer la experiencia de un Erasmus, de cara a cursar sexto el próximo año en Bruselas. Ayer, de regreso a casa, descartó el metro, que le hubiera costado 16 euros, y prefirió un coche compartido, en la aplicación móvil Blablacar, que concertó por seis euros, aunque fuera a costa de levantarse mucho más temprano. De haber ido en metro, admite, quizás se hubiera visto inmerso en uno de los atentados. Durante su estancia en Bruselas fijó su residencia a cinco minutos del centro de la ciudad, y desde allí partió al aeropuerto de Charleroi, que está al sur de Bruselas y a unos 65 kilómetros de la estación aérea internacional donde ocurrieron las primeras explosiones.

Los atentados en el aeropuerto Zaventem, al Norte de Bruselas, fueron a a las 7:00 horas de la mañana, y poco después en el metro. Eduardo se enteró en el aeropuerto de Charleroi de lo ocurrido por el número de militares con perros y el nerviosismo que reinaba. "No sé cómo ha ocurrido", comentó a EL DÍA al mediodía de ayer, poco antes de embarcar del regreso, con escala previa, a Tenerife. "Llamé a mi amiga, que está bien, y que decidió quedarse en casa, mientras oye las sirenas de las ambulancias y la policía", cuenta.

Después de cuatro horas y media, Eduardo volvió a Tenerife, donde se reunirá con su familia que viene desde La Palma, como tenía previsto, para pasar juntos esta Semana Santa.

La estación de metro donde ocurrió la explosión está cerca de la Oficina de Canarias en Bruselas y es una línea que habitualmente utiliza tanto parte del personal de esta entidad como de quienes acuden al Parlamento, coincidieron en explicar a EL DÍA tanto Álvaro García, de la Oficina de Canarias, como los eurodiputados Gabriel Mato, del PP, y Juan Fernando López Aguilar.

Álvaro García explicó que, aunque la oficina no es una "embajada de Canarias en Bruselas", sí tienen contacto con medio centenar de isleños que residen en la capital belga. Otras fuentes aseguran que la población de canarios en Bruselas podría superar los 150 residentes.

José Miguel Luengo, responsable de la Oficina de Canarias en Bruselas, detalló que la sede está frente a la estación de metro de Maalbeek, donde se activó el explosivo. En el momento de los hechos, el personal estaba ya trabajando, explicó. El propio Luengo no pudo acceder a la oficina hasta la tarde, cuando se levantó el cordón de seguridad impuesto por la policía.

Durante ese tiempo, Álvaro García permanecía en el interior de la Oficina de Canarias en Bruselas, junto a poco más de media decena de trabajadores; se da el caso de que dos están de baja y una de vacaciones.

García admitió a EL DÍA que primero sufrió miedo, nada más conocer la noticia, para más tarde estar embargado por la tristeza y la incertidumbre de cómo va a ser ahora la vida.

Desde su puesto de trabajo, vieron a la gente corriendo porque la policía había evacuado el edificio de enfrente, entre momentos de pánico mientras se procedía a acordonar la zona.

Álvaro García recordaba que una de sus compañeras, Begoña Iglesias, había venido a trabajar en el mismo metro donde quince minutos después se registró la explosión, y hasta se bajó en la misma parada. Otras dos utilizaron el metro en otra dirección, mientras él llegó en coche y otras dos andando. "Ha ocurrido en una zona muy frecuentada por los funcionarios de las instituciones", admitía García.

El propio presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, desde Las Palmas, aseguró que el personal de la oficina en Bruselas estaba bastante asustado porque la boca del metro donde fue la explosión estaba al lado de la sede del Gobierno canario allá. Clavijo insistió en que los trabajadores están bien y localizados.

Álvaro García se mostraba más preocupado por el día después. Ayer el personal de la Oficina de Canarias abandonó las instalaciones del Ejecutivo canario hasta que se levantara el cordón de seguridad, pero Álvaro insistía en saber cómo afrontar ahora la vida en Bruselas, entendiendo que habría que extremar las medidas de seguridad. Nada más ocurrir las explosiones tanto en el aeropuerto internacional de Bruselas como en el metro, el presidente del Parlamento europeo recomendó a los eurodiputados que no abandonaran las instalaciones, mientras un cordón de seguridad se desplegaba en el exterior. La decisión afectó a Gabriel Mato, que estaba en el interior, mientras que López Aguilar suspendió su viaje.

Aguilar iba a viajar y Mato quedó recluido

Los atentados registrados ayer en Bélgica no pasaron inadvertidos para los dos eurodiputados canarios, Juan Fernando López Aguilar, del PSOE, y Gabriel Mato.

El socialista se encontraba de camino al aeropuerto donde se registraron dos explosiones cuando recibió la comunicación de que debía regresar porque todos los accesos se habían cerrado por un "atentado, con una explosión real. Minutos después nos confirmaron otra explosión en el metro. Una situación dramática sin precedentes", explicó a EL DÍA, que añadió que supuso el bloqueo de Bruselas y puso de manifiesto la "vulnerabilidad" de la ciudad. Además de solidarizarse con todas las víctimas mortales y heridos (la conversación tuvo lugar al mediodía, aún sin datos precisos), Juan Fernando López Aguilar afirmó que regresó al Parlamento a la espera de poder viajar en un autobús que había habilitado la cámara para los políticos que tenían previsto salir. El eurodiputado socialista tuvo que suspender su viaje a Letonia y se sumó a la guagua que llevó a los políticos hasta París, para que desde ahí pudieran emprender viaje a sus destinos. López Aguilar tenía previsto llegar hoy a Canarias.

Por su parte, Gabriel Mato madrugó ayer para asistir a la comisión de Pesca. Durante la reunión fue informado de los hechos y la Presidencia del Parlamento solicitó a los diputados que no abandonaran las instalaciones mientras se desplegó un amplio dispositivo de seguridad, que llevó a la policía y al ejército a acordar la zona exterior, hasta primera hora de la tarde. Las fuentes consultadas destacaron que entre los heridos se encontraran canarios, aunque admitieron que era un trayecto muy frecuentado por el personal de las instituciones.