Los aspirantes republicanos a la Presidencia de EEUU Marco Rubio y Ted Cruz coincidieron hoy en una estrategia común para atacar por todos los medios posibles al magnate Donald Trump, en un debate tremendamente belicoso que entró en múltiples ocasiones en el terreno de lo personal.

Rubio y Cruz, que hasta ahora habían protagonizado numerosos encontronazos entre sí, firmaron en esta ocasión un alto el fuego y se centraron exclusivamente en atacar al favorito para la nominación republicana según las encuestas y ganador en tres de los primeros cuatro estados en votar en el proceso de primarias.

En prácticamente cada una de sus intervenciones, se tratase la cuestión que se tratase, los dos senadores de ascendencia cubana aprovecharon para atacar directamente a Trump, a quien flanqueaban a derecha e izquierda.

"Donald Trump es maleable, mientras que Ted Cruz no es maleable", aseguró Cruz, quien criticó que Trump donase dinero a senadores que participaron en la redacción de la propuesta de reforma migratoria de 2013 y le reprochó sus vínculos pasados con la aspirante demócrata Hillary Clinton.

Uno de los momentos de mayor tensión de la noche llegó cuando Cruz se sumó a las insinuaciones realizadas por el excandidato presidencial republicano Mitt Romney y dijo que "presumiblemente" si Trump no ha hecho pública todavía su declaración de impuestos "es que ahí hay algo".

Aunque Trump ya se había referido anteriormente a la cuestión y había explicado que sus cuentas estaban siendo sometidas a una auditoría "rutinaria" por parte del fisco y que por ello no podía publicarlas, Cruz insistió en que esta auditoría "subraya la necesidad" de su publicación "inmediata".

Por el momento, ni Trump ni Cruz ni Rubio han presentado aún sus declaraciones fiscales.

Por su parte, Rubio trató de descalificar al magnate al poco de empezar el debate recordando que éste contrató a inmigrantes para sus hoteles en Florida "en lugar de a estadounidenses" y le acusó de ser el único sobre el estrado que había contratado inmigrantes.

"Bien, Ñsoy el único aquí que ha contratado a gente!", respondió Trump en referencia a su carrera profesional, y matizó que los contratos en Florida fueron temporales cuando había "mucha demanda" en temporada alta y a media jornada, algo que "la gente no quería hacer".

"Si Trump no hubiese heredado 200 millones de dólares de su padre, estaría vendiendo relojes en Manhattan ahora mismo", le espetó Rubio.

Tan protagonizado estuvo el debate de hoy por los ataques de Cruz y Rubio a Trump, que los otros dos candidatos en liza, el neurocirujano retirado Ben Carson y el gobernador de Ohio, John Kasich, apenas gozaron de tiempo para hablar y quedaron relegados a un segundo término.

Los dos senadores también acusaron al magnate neoyorquino de no ser lo suficientemente proisraelí al haberse declarado "neutral" en el conflicto entre Israel y Palestina, y haber asegurado que lo necesario en Oriente Próximo es un acuerdo, "quizá el acuerdo más difícil de todos en el mundo".

"Un acuerdo no es un acuerdo cuando estás tratando con terroristas... esto no es un acuerdo inmobiliario", le reprochó Rubio.

Preguntado sobre la negativa expresada por miembros del Gobierno mexicano a su propuesta de levantar un muro en la frontera y sobre si ello podría derivar en una guerra comercial, Trump aseguró que no le importaría cuando EEUU "está perdiendo 58.000 millones de dólares cada año" de déficit comercial.

El magnate reiteró que si resulta elegido presidente construirá el muro "que medirá tres metros" y criticó las palabras del expresidente mexicano, Vicente Fox, quien dijo que no va a pagar "por ese pinche muro".

"Este tipo (Fox) usó una palabra desagradable en televisión y debería disculparse", indicó.

Rubio le respondió apuntando que él "hace sus trajes y corbatas en México", por lo que su propuesta, a juicio del senador por Florida, llevaría a "iniciar una guerra comercial contra sus propios trajes y corbatas".

Los cinco aspirantes que aún siguen en liza en la contienda republicana se encontraron en el décimo debate entre aspirantes en lo que va de campaña, televisado por CNN y Telemundo y celebrado en Houston (Texas) de cara al próximo martes, cuando más de una decena de estados, entre ellos Texas, celebrarán elecciones primarias.