La Unión Europea (UE) enviará una misión electoral a Uganda para la observación de sus elecciones presidenciales, parlamentarias y locales, previstas para el próximo febrero, que estará encabezada por el eurodiputado popular eslovaco Eduard Kukan.

"Confío en que las próximas elecciones serán transparentes y pacíficas y consoliden aún más la democracia", dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, a través de un comunicado.

Por su parte, Kukan afirmó que esta misión permitirá "una evaluación independiente e imparcial de las elecciones", con un "seguimiento muy cercano de todo el desarrollo de los comicios, incluida la campaña, y un trabajo transparente y cooperativo" con todos los agentes del país africano.

El equipo de la misión, formado por diez miembros, se desplazará a Uganda el próximo 28 de diciembre y permanecerá en el país hasta el 18 de febrero, fecha prevista para las elecciones.

A los diez miembros se sumarán 30 observadores el 8 de enero y otros 54 el 12 de febrero, desplegados por todo el país, además de una delegación del Parlamento Europeo (PE) y diplomáticos europeos residentes en Uganda.

La misión publicará sus conclusiones preliminares 48 horas después de las elecciones y un informe ulterior con recomendaciones.

El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, de 71 años, aspirará a un quinto mandato en las elecciones previstas para febrero próximo, después de 30 años al frente del Gobierno.

Museveni fue designado oficialmente por su partido, el gobernante Movimiento de Resistencia Nacional (NRM), como candidato a unos comicios presidenciales que pueden darle otros cinco años de poder.

De lograr imponerse en las urnas, se convertiría, por detrás del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, en el segundo mandatario más longevo de África.

En la carrera a la presidencia competirá con un antiguo compañero de partido, el ex primer ministro Amama Mbabazi, que, bajo la marca Go Forward (Adelante), pretende poner fin a las tres décadas de mandato de Museveni.

El año pasado, Mbabazi fue destituido como primer ministro y como secretario general del NRM, que ahora lo califica de "traidor".

Hasta entonces, era considerado uno de los aliados más cercanos al presidente ugandés, del que se alejó tras denunciar la necesidad de cambiar el NRM y lograr un traspaso de poder pacífico para relevar a Museveni.

Amnistía Internacional (AI) denunció este diciembre que la Policía ugandesa ha detenido a líderes de la oposición política de forma arbitraria y ha usado una fuerza excesiva para dispersar protestas pacíficas, en una escalada represora con vistas a las elecciones.