El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy que, si hubieran sabido que el avión que derribaron sus cazas por haber entrado en el espacio aéreo turco era ruso, tal vez habrían actuado de forma diferente, y lamentó que el mandatario ruso, Vladímir Putin, no haya querido responderle al teléfono.

"Si hubiéramos sabido que era un avión ruso, tal vez habría habido advertencias diferentes", explicó Erdogan en una entrevista con el canal de televisión "France 24", en la que explicó que el cazabombardero derribado cuando entró en el espacio aéreo turco "era un avión con una identidad no determinada".

Añadió que podría haber sido "un avión del régimen" sirio de Bachar el Asad e insistió en que durante una decena de minutos se le lanzaron advertencias, de las que existen grabaciones, sobre el hecho de que estaba violando el espacio aéreo turco.

"Ningún Estado, ningún país, puede renunciar a sus derechos de soberanía", señaló el presidente turco, después de haber repetido que no quieren tensiones con Rusia, un país con el que tienen relaciones económicas intensas.

Preguntado por las duras acusaciones de Putin, que ha considerado el derribo del avión una puñalada en la espalda, explicó que había telefoneado al presidente ruso pero "hasta ahora no ha respondido a mi llamada" y también que han presentado a la embajada rusa todos los elementos que tienen del incidente.

"No podemos aceptar -añadió- que se diga que (la versión turca) son afirmaciones mentirosas", en particular porque "la OTAN confirma nuestras informaciones".

Erdogan reiteró que no tienen intención de considerar "este incidente una fuente de tensión".

En cuanto a las acusaciones rusas de que Turquía es cómplice del terrorismo porque ayudan a dar salida al petróleo que se extrae en las zonas de Siria e Irak controladas por el Estado Islámico (EI), subrayó que eso son "calumnias".

"Los responsables rusos no deberían decir ese tipo de cosas, es una vergüenza", señaló después de recordar que Rusia es su primer proveedor de petróleo y que su Gobierno requisa y destruye el crudo que se intenta introducir ilegalmente desde Siria.