El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, propuso hoy la celebración de una cumbre que analice los desafíos que representa el enorme flujo de migrantes y refugiados por los conflictos armados de Oriente Medio y de Libia.

La cumbre se celebraría el año próximo en la víspera del debate general de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, que tradicionalmente se desarrolla en septiembre.

"Necesitamos un nuevo pacto global sobre el reparto de responsabilidades. Esto podría ayudar a prevenir la futura desestabilización de las naciones y regiones enteras", afirmó el secretario general de la ONU.

Ban lanzó la propuesta en una sesión de la Asamblea General destinada a analizar el flujo de refugiados en el Mediterráneo por los conflictos armados de Siria y Libia y por el avance de grupos yihadistas en Oriente Medio.

En el más reciente debate general de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, a fines de septiembre y comienzos de octubre pasados, se celebró una cumbre sobre los nuevos desafíos del desarrollo y en 2014 el tema elegido fue el cambio climático.

Ban pidió a los países representados en la ONU que apoyen su propuesta para realizar esta cumbre y refuercen la voluntad política que es necesaria para definir una respuesta que tenga en cuenta las leyes humanitarias, sobre derechos humanos y sobre refugiados.

En su mensaje, Ban recordó que el 4 de febrero próximo se celebrará en Londres una conferencia internacional sobre la crisis humanitaria generada por el conflicto sirio, que buscará financiación para apoyar los esfuerzos de los países vecinos.

Además, recordó que en mayo próximo se realizará en Estambul una cumbre mundial humanitaria para "buscar un nuevo perfil en la agenda humanitaria internacional".

En su discurso, Ban propuso varias prioridades para enfrentar el problema de los migrantes y refugiados, entre ellas potenciar los esfuerzos para buscar una solución política al conflicto de Siria, que se prolonga desde 2011.

Asimismo, pidió intensificar las actuaciones para luchar contra las redes criminales que trafican con migrantes, así como dedicar mayores espacios y facilidades para quienes huyen de conflictos bélicos.

El secretario general de la ONU mostró su preocupación por los llamamientos hechos en algunos países para cerrar las puertas a los refugiados sirios a raíz de los atentados del día 13 en París.

"Debemos responder no cerrando las puertas, sino abriendo nuestros corazones con unidad, tolerancia, pluralismo y compasión", afirmó.

En la misma sesión, el titular del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el portugués António Guterres, recordó que el número de personas que escapan del conflicto sirio está teniendo un gran crecimiento en las últimas semanas.

Sólo en Grecia, dijo, está llegando un promedio diario de 5.000 personas.

Ese flujo de migrantes genera problemas en países vecinos, como en el Líbano y Jordania, donde crece el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza.

En la sesión también intervino el viceministro de Exteriores de Turquía, Naci Koru, cuyo país es el que mayor número de refugiados ha recibido desde Siria que buscan una ruta hacia Europa.

Citando cifras de la ONU, Koru dijo que Turquía "es el país que está recibiendo mayor número de refugiados en todo el mundo". En total hay 2,5 millones de sirios e iraquíes y nace un promedio diario de 110 niños en los centros de atención.

El viceministro turco llamó la atención sobre la necesidad de que se provea una mayor asistencia a estas personas y lamentó la falta de solidaridad de la comunidad internacional en ese sentido.

"Esto hace que la crisis siria esté siendo peor aún", agregó.