La exsecretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton insistió hoy en la necesidad de fijar una zona de exclusión aérea en el norte de Siria y confía en que se pueda contar con el apoyo de Rusia para aprobarla.

Clinton dio hoy detalles sobre esa propuesta, que ya había mencionado previamente, al delinear en Nueva York un vasto programa de múltiples facetas para luchar contra el Estado Islámico (EI) y otros grupos terroristas.

La posible aspirante demócrata a la Casa Blanca dijo que la prohibición de realizar vuelos en Siria evitará que el presidente sirio, Bachar al Asad, siga utilizando sus aviones para matar a civiles e integrantes de la oposición armada.

Clinton puso como ejemplo la prohibición de vuelos en el norte de Irak, que rigió entre 1991 y 2003 y que fue impuesta por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Turquía, aunque no contó con una autorización expresa de la ONU.

Esa prohibición que estuvo vigente en Irak "demostró ser exitosa", afirmó Clinton, y señaló la conveniencia de realizar nuevas gestiones para el caso sirio, aunque reconoce que no serán fáciles.

La idea es que en el norte de Siria, cerca su frontera con Turquía, se consiga crear una zona aérea segura para cortar las líneas de suministro del EI y proporcionar terreno para los refugiados que escapan al conflicto armado de Siria.

Permitiría además que los civiles sirios no sean víctimas de los ataques aéreos con bombas de barril y otros artefactos lanzados por el régimen de Al Asad.

La creación de esa zona de prohibición de vuelos ha generado debates entre los precandidatos demócratas y republicanos para los comicios de Estados Unidos del año próximo, especialmente por los peligros que entraña por un posible enfrentamiento con Rusia.

Desde fines de septiembre pasado aviones rusos están atacando posiciones de Siria en apoyo al régimen de Al Asad.

Clinton dijo hoy que, aunque esos aviones rusos estaban centrándose en los grupos armados de la oposición siria, ahora hay "indicios" de que ya no es así y aludió a la posibilidad de que ahora estén también castigando posiciones del extremismo islámico.

La exsecretaria de Estado dijo que en los esfuerzos para crear esa zona sin vuelos en el norte de Siria se debería contar con el apoyo ruso, aunque no precisó si existen gestiones en ese sentido de parte de la Casa Blanca.

Al margen del caso iraquí, ha habido otras dos ocasiones en las que se han aprobado zonas de exclusión aérea, pero solo dos ratificadas por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Una de ellas fue en Bosnia y Herzegovina, entre 1992 y 1995, durante la guerra en la antigua Yugoslavia, y la otra en Libia, en 2011, a raíz del conflicto armado que derivó en la caída y muerte de Muamar el Gadafi.

Si Estados Unidos quiere propiciar ahora una zona de prohibición de vuelos en Siria a través de la ONU, tendría que tener el apoyo de Rusia, ya que ese país tiene derecho de veto en las resoluciones del Consejo de Seguridad.