Un fotógrafo libio de la agencia de noticia china Xinhua se halla desaparecido desde que el pasado 29 de octubre saliera de su domicilio en Trípoli, informó hoy su familia.

Según su hermano, Mohamed Naieli salió por la mañana de su casa, junto a la carretera que lleva al aeropuerto de la capital, con el objeto de retirar una pequeña suma de dinero del banco para la compra diaria, y nada se sabe de él desde entonces.

"Hemos contactado con todos los hospitales de la ciudad y con las oficinas de la Policía y de las distintas milicias en Trípoli, y nadie tiene noticias de él", afirmó su hermano Said.

Pese a la presencia de las fuerzas de elite afines al gobierno de Trípoli, la capital libia está plagada de mafias que se dedican al tráfico de inmigrantes, drogas, y que se lucran también del negocio que suponen los secuestros.

Además, en algunas de las localidades del extrarradio existe una notable actividad de grupos yihadistas afines al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Fuentes del Ministerio de Interior informaron hoy, por su parte, de la liberación del empresario maltés Noel Scripras, secuestrado hace 47 días por una banda que exigió cinco millones de dólares de rescate.

Libia es un Estado fallido, víctima de la guerra civil y el caos, desde que en otoño de 2011 grupos rebeldes apoyados por la comunidad internacional derrocaran por la fuerza la dictadura de Muamar el Gadafi.

Cuatro años después, dos gobiernos sin legitimidad democrática, uno con sede en Trípoli y otro en Tobruk, luchan por hacerse con el poder apoyados por señores de la guerra y traficantes de armas, drogas y personas.

De la situación se aprovechan grupos yihadistas como el propio EI y la Organización de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), que han logrado extender su influencia al resto del norte de África.