Un antiguo refugiado afgano condenado por pederastia murió un día después de prenderse fuego en un centro de detención para inmigrantes en el oeste de Australia, indicaron hoy las autoridades a la prensa local.

Ali Jafarri, que el año pasado perdió el visado de protección permanente (equivalente a un visado de refugiado) por varios delitos de pederastia, falleció ayer en un hospital de Perth, en el estado de Australia Occidental, según el canal ABC.

El pasado martes, los guardias del centro de detención en Yongah, situado unos 100 kilómetros al este de Perth, encontraron envuelto en llamas a Jafarri, quien se había enrollado en una toalla empapada con un líquido inflamable.

En un comunicado, el Departamento de Inmigración expresó su "más sincera simpatía" a los amigos y familiares de la víctima y agregó que el suceso está siendo investigado por la policía.

Australia cuenta con varios centros de detención para inmigrantes en su territorio, así como en Nauru y Papúa Nueva Guinea, en los que encierra a solicitantes de asilo mientras procesa sus peticiones, pese a las críticas de la ONU.