La llegada de inmigrantes y refugiados a Austria procedentes de Hungría se ha ralentizado este martes después de que Budapest haya comenzado a aplicar nuevas leyes que buscan frenar el flujo hacia el norte y el oeste de Europa, según ha informado la Policía austríaca.

Este lunes, el último día antes de que Hungría cerrara su frontera con Serbia con una alambrada con concertinas, una cifra récord de 15.700 llegaron al este de Austria a través del paso fronterizo de Nickelsdorf.

"La noche ha sido un poco más tranquila. Hemos tenido unas 1.800 personas desde la medianoche hasta ahora", ha indicado un portavoz de la Policía en la provincial oriental de Burgenland.

Hungría en las dos últimas semanas ha estado transportando a decenas de miles de inmigrantes y refuciados a sus fronteras con Austria y les ha dejado caminar hacia el país vecino.

"Creemos que muchos miles de personas estaban todavía en camino en Hungría antes de que la frontera fuera cerrada y seguramente conseguirán abrirse camino hasta Nickelsdorf, aquí en Austria, e intentarán continuar su viaje hacia Alemania", ha añadido.

Un total de 4.537 solicitantes de asilo llegaron a Alemania en tren el lunes pese a la imposición de nuevos controles en la frontera con Austria, según ha revelado este martes la Policía alemana.

Por otra parte, el portavoz policial austríaco ha indicado que aún siguen las discusiones en el Ministerio del Interior en Viena sobre el papel que desempeñará el Ejército en el control de las fronteras. "Como resultado de estas conversaciones quedará claro para nosotros como funcionarán estos controles fronterizos, cómo se llevarán a cabo y dónde y con qué intensidad y cómo se integrará el Ejército", ha añadido.