El Gobierno británico ha vendido armas a Arabia Saudí que han sido utilizadas en ofensivas contra Yemen, alimentando "una de las mayores crisis humanitarias del mundo", denunció hoy la organización internacional Oxfam.

La ONG acusa al Reino Unido de infringir las leyes internacionales que prohíben el comercio de armas en caso de que exista un riesgo manifiesto de que sean empleadas en crímenes de guerra.

Por su parte, Londres defendió que las armas vendidas a Arabia Saudí no están directamente relacionadas con la campaña de bombardeos contra los rebeldes chiíes, que ha acabado con la vida de miles de civiles yemeníes.

La organización recordó también que el 84 % de la población en Yemen necesita ayuda humanitaria urgente para hacer frente al grave conflicto que azota al país.

Mark Goldring, director ejecutivo de Oxfam, señaló que "el Reino Unido participa materialmente a través de su exportación de armas y apoyo militar en la campaña de bombardeos en Yemen" e instó al Gobierno a buscar "soluciones políticas antes de que sea demasiado tarde" para evitar así otra crisis de refugiados como la vivida en Siria.

Asimismo, destacó que existe una "paradoja" en la manera en que el Ejecutivo británico afronta el problema yemení ya que, por un lado, "su departamento de desarrollo internacional está haciendo grandes esfuerzos por ayudar a los civiles" y, por otro, "está alimentando un conflicto que causa sufrimiento humano".

"El Reino Unido presionó durante muchos años a las Naciones Unidas para alcanzar un Tratado sobre Comercio de Armas que entró en vigor el año pasado", apuntó Goldring, que añadió que los británicos "han hecho la vista gorda a la primera de cambio".

El primer ministro británico, David Cameron, se refirió al tratado en 2013 y lo elogió diciendo que era un acuerdo histórico para "salvar vidas y aliviar el inmenso sufrimiento humano causado por los conflictos armados en todo el mundo".

Además, Cameron dijo que el Reino Unido debería estar orgulloso del papel que había desempeñado en la obtención de un acuerdo "que haría del mundo un lugar más seguro para todos", recordó la ONG.