El primer ministro griego, Alexis Tsipras, reconoció hoy que si durante la maratoniana negociación con los líderes de la eurozona el pasado 12 de julio hubiera hecho lo que "me pedía el corazón", es decir, levantarse de la mesa y marcharse, se habría producido inmediatamente un colapso bancario.

"Si hubiera hecho lo que me pedía mi corazón durante esa negociación de 17 horas" se habrían producido una serie de acontecimientos que hubieran llevado a la pérdida de todos los depósitos bancarios, aseguró hoy Tsipras en una entrevista con la radio de Syriza Sto Kokkino.

Según Tsipras, primero habrían cerrado las sucursales de los bancos en el extranjero y luego el Banco Central Europeo habría dejado de aceptar las garantías de los bancos griegos a cambio de los créditos de emergencia, lo que acabaría conduciendo a la quiebra de todos los bancos y a la consecuente pérdida de los depósitos.

Tsipras señaló que solo podía optar entre "una victoria pírrica o un acuerdo", y añadió que no se arrepiente "ni un solo momento" de lo que ocurrió en cinco meses de negociación.