El primer ministro británico, David Cameron, consideró hoy "muy preocupante" la situación en el puerto francés de Calais, donde murió un inmigrante al intentar cruzar el Eurotúnel hacia Inglaterra, y prometió más medidas de seguridad "para poner fin a todo esto".

En declaraciones desde Singapur, donde realiza una visita oficial, recogidas por los medios británicos, Cameron expresó su solidaridad "con los veraneantes que encuentran difícil el acceso a Calais por los disturbios" y prometió "hacer todo lo posible para trabajar con Francia a fin de acabar con todo esto".

"No tiene sentido buscar culpables. Se trata de trabajar con los franceses, de poner en marcha las medidas de seguridad adicionales, invertir más donde se necesite... El Reino Unido siempre tomará la iniciativa en eso", afirmó.

El líder conservador anunció también que la ministra del Interior, Theresa May, presidirá hoy una reunión del comité de emergencia del Gobierno Cobra para analizar la crisis migratoria en Calais, donde se ubica la entrada del Eurotúnel, que conecta Francia e Inglaterra por debajo del canal de la Mancha.

En los últimos días, miles de inmigrantes procedentes sobre todo de África han intentado entrar al Eurotúnel.

Esto ha provocado, entre otras cosas, un caos de tráfico que ha afectado al sector del transporte y a los veraneantes británicos, con especial impacto en el condado de Kent, donde se ubica la terminal inglesa del túnel.

May abordó ayer el asunto con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, al que confirmó que el Reino Unido invertirá 7 millones de libras (casi 10 millones de euros) en la erección de una valla de seguridad de 1,9 kilómetros en la terminal del Eurotúnel en Coquelles, en los alrededores de Calais.

Se espera que esta valla, que ya se usó en la cumbre de la OTAN celebrada el pasado septiembre en Gales, esté operativa a finales de mes, junto con una zona de protección para los camiones en dirección al Reino Unido.

Tras su reunión con Cazeneuve, May aseguró que ambos coinciden en que hay que hacer frente "a las terribles bandas de criminales, los traficantes de personas, que se aprovechan de la miseria humana".

Preguntada por qué los británicos han de pagar por un problema en territorio francés, la ministra aclaró que los dos países "tienen controles yuxtapuestos en la frontera" y colaboran en frenar la crisis.

Londres y París han acordado además trabajar conjuntamente para repatriar a los inmigrantes a sus países de origen, indicó un portavoz del ministerio del Interior.