El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo francés, Fraçois Hollande, mantuvieron hoy una conversación telefónica en la que trataron la situación en Grecia y coincidieron en la necesidad de "encontrar un camino que permita el retorno a las reformas y al crecimiento" del país heleno.

En un comunicado, la Casa Blanca informó sobre la llamada, en la que tanto Obama como Hollande señalaron que devolver a Grecia al crecimiento y la deuda sostenible dentro de la Eurozona "requerirá compromisos difíciles de todas las partes".

Ambos líderes comentaron que sus equipos están en "estrecho contacto" y monitorizando los acontecimientos económicos en Grecia y en los mercados financieros.

Estados Unidos reiteró hoy que "las necesidades" de la economía helena siguen siendo "las mismas" tras el referendo de Grecia del domingo, por lo que urgió a "un compromiso" entre Atenas y los acreedores internacionales para alcanzar un paquete de reformas y financiación.

"El referendo ha pasado, y nuestra visión no ha cambiado. Grecia debe seguir en la zona euro (...) pero necesita un paquete de reformas y financiación, las necesidades siguen siendo las mismas", afirmó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, en su rueda de prensa diaria.

En las primeras declaraciones del Gobierno tras la amplia victoria del no en el referendo de este domingo en Grecia frente a las recetas de austeridad propuestas por los acreedores internacionales, Earnest indicó que EE.UU. sigue apuntando que "está en el interés de todas las partes alcanzar un acuerdo", pero subrayó que "es un desafío particularmente europeo".

Durante las últimas semanas, Washington ha recalcado ante los líderes europeos que el paquete de reformas estructurales debe ir acompañado por un alivio de la deuda griega, algo sobre lo que países como Alemania y Holanda se han mostrado recelosos.