El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha puesto en marcha su primer banco de uranio poco enriquecido, en un intento de crear una oferta segura para ese combustible nuclear en caso de posibles problemas de acceso en el mercado libre.

Los 35 países miembros de la Junta de Gobernadores del OIEA dieron hoy en Viena su visto bueno para establecer el banco en Kazajistán, en Asia Central.

El uranio poco enriquecido (LEU, en sus siglas en inglés) es el combustible más usado en las 438 plantas nucleares que existen en el mundo actualmente.

La Junta aprobó además un acuerdo de tránsito con Rusia para garantizar el transporte del LEU hacia el nuevo banco y también su salida de Kazajistán a los potenciales clientes.

"La conclusión de estos dos acuerdos, con el visto bueno de la Junta, son un significativo hito para este importante proyecto, y nos permite seguir adelante con su plena puesta en marcha", señaló en un comunicado el director general del OIEA, Yukiya Amano.

El banco, que podría estar en funcionamiento en unos dos años, tendrá una capacidad de hasta 90 toneladas métricas de LEU, que se almacenarán en unos 60 cilindros metálicos.

Con esa cantidad de combustible puede funcionar un reactor de 1.000 megavatios durante tres años, según el OIEA.

El proyecto del banco de LEU fue lanzado inicialmente a finales de 2010 en la Junta de Gobernadores del OIEA y tiene siempre en cuenta no influir sobre el mercado libre de LEU.

La idea es que cualquier país -que debe cumplir ciertos estándares de seguridad y salvaguardas nucleares- pueda acceder a ese banco en el caso de verse excluido del acceso en el mercado librea, sea por razones políticas o comerciales.

En este mercado existen abastecedores primarios, o sea, productores de LEU, como Estados Unidos, Rusia y varios países europeos, como Francia, el Reino Unido y Alemania.

Además, existen un mercado secundario en el que actúan inversores y otros que compran y venden LEU.

Para cumplir con las exigencias legales del sistema de la Naciones Unidas, el OIEA deberá hacer en el futuro una licitación pública para comprar una cantidad inicial de LEU para su banco.

Se estima que para el máximo de 90 toneladas métricas el OIEA tendrá que invertir entre 100 y 120 millones de dólares.

El banco de LEU del OIEA se financia gracias a contribuciones voluntarias de varios donantes, tanto estatales como privados, que han aportado 150 millones de dólares, suficientes para que el banco tenga una vida inicial de 10 años.

El principal contribuyente estatal es Estados Unidos con 49 millones de dólares, seguido por la Unión Europea, con 25 millones, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, con 10 millones cada uno, así como Noruega, con 5 millones de dólares.

Además, existe una gran donación de 50 millones de dólares de la organización no gubernamental estadounidense "Nuclear Threat Initiative (NTI)", con dinero del famoso inversor Warren Buffet.

La idea del banco fue lanzada inicialmente en 2006 por NTI, alegando que de esta forma se pueden reducir potenciales riesgos de proliferación nuclear para fines militares, dado que el proceso de producción de LEU para la industria es básicamente el mismo que para la construcción de una bomba atómica.