Estados Unidos está investigando a diez funcionarios venezolanos, entre ellos el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, por presuntamente formar parte de una red criminal dedicada al tráfico de cocaína, según revelaron 12 fuentes cercanas al caso al diario norteamericano The Wall Street Journal. Las autoridades estadounidenses señalaron a Cabello como uno de sus principales objetivos. "Hay varias pruebas que justifican que es uno de los líderes, si no el líder, de este cártel", dijo un miembro del Departamento de Justicia.

Las pesquisas se dirigirían también contra el hijo de Cabello, José David Cabello, actual ministro de Industria y director de la Agencia Tributaria; el gobernador del estado de Aragua, Tareck El Aissami; el jefe de la Guardia Nacional, Néstor Reverol, y el exdirector de Inteligencia Militar Hugo Carvajal, entre otros altos cargos políticos y militares.

La justicia estadounidense les señala como posibles responsables del tráfico de droga hacia el país norteamericano y Europa y de blanquear el dinero obtenido.

Aunque las investigaciones llevan años, se aceleraron desde 2013, debido al caos generado por la crisis política desatada en Venezuela tras la muerte del presidente Hugo Chávez. La fuentes explicaron que la inestabilidad en Venezuela permitió a los agentes estadounidenses "reclutar" a más informantes. "Los disturbios nos han permitido construir los casos", confesó un fiscal federal de Nueva York. Lo cierto es que en los últimos tiempos antiguos chavistas han desertado y denunciado las corruptelas del Palacio de Miraflores. En enero el exresponsable de la seguridad de Cabello apuntó a su exjefe como líder del cártel.