El Tribunal de Apelación de Palermo determinó hoy que fue un misil la causa del accidente aéreo en la isla de Ustica (sur), uno de los grandes misterios de la historia judicial italiana y en el que murieron 81 personas el 27 de junio de 1980.

De acuerdo a la sentencia del Tribunal de Apelación de la capital siciliana, difundida por los medios locales, el avión DC-9 de la compañía aérea Itavia se precipitó hacia la isla de Ustica, en el Tirreno, tras ser alcanzado por un misil.

Asimismo los magistrados excluyeron la posibilidad de que este desastre se produjera a causa de una bomba colocada a bordo o por un fallo en la aeronave, otra de las teorías barajadas.

La Corte palermitana rechazó los recursos de la Abogacía del Estado ante la sentencia de 2011 que obligaba a los ministerios de Defensa y de Transportes a indemnizar a los familiares de trece de las víctimas de aquel suceso con más de cien millones de euros.

Los magistrados declararon confirmada la responsabilidad de los dos ministerios en el desastre por no haber asegurado unas adecuadas condiciones de seguridad en el vuelo.

El conocido "caso Ustica" constituye uno de los grandes misterios de la historia judicial italiana.

En torno a las 21.00 horas del 27 de junio de 1980, el vuelo que realizaba el trayecto desde Bolonia, centro de Italia, a Palermo, en la meridional isla de Sicilia, con 81 personas a bordo desaparecía de los radares del aeródromo de Roma Ciampino.

Seguidamente se halló el fuselaje de la nave y los restos mortales de los pasajeros en aguas del mar Tirreno y, desde ese momento, se han barajado numerosas hipótesis para explicar el siniestro.

Una de las teorías más polémicas ha sido la del impacto de un misil y, según varias investigaciones, el DC-9 fue "víctima fortuita" de una acción militar entre aviones de la OTAN y cazas Mig libios en esta área del Mediterráneo.

Una tesis defendida incluso por el que fuera presidente de la República de Italia en los momentos del desastre, Francesco Cossiga, quien llegó a concretar que la causa de la caída del avión fue un misil lanzado por la Marina francesa contra el aparato en el que viajaba el entonces líder libio, Muamar el Gadafi.

El propio Gadafi, depuesto y asesinado en 2011, llegó a acusar a Estados Unidos en 2003 de ser el responsable de este siniestro, que se produjo, según declaró, dentro de un plan para eliminarle.