El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió hoy al Congreso que apruebe su propuesta de autorización formal para legitimar el uso de la fuerza contra el Estado Islámico (EI) en Irak y Siria, al tiempo que descartó una intervención militar de gran escala.

Obama defendió en una alocución desde la Casa Blanca que la propuesta enviada al Congreso "no es la autorización de una nueva guerra", dijo acompañado por el vicepresidente, Joe Biden; el secretario de Estado, John Kerry; y el secretario de Defensa, Chuck Hagel.

El borrador de su propuesta de ley establece un límite de tres años al uso de la fuerza militar y descarta específicamente "operaciones de combate terrestre a gran escala y de largo plazo", como fueron las guerras de Irak y Afganistán, pero no incluye una limitación geográfica de la actuación estadounidense.

"Si fuera necesario, el presidente preservaría la capacidad para ordenar operaciones militares contra el EI o grupos afiliados en otros países", explicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en rueda de prensa.

Según Obama, esta resolución "establece el equilibrio necesario al darnos la flexibilidad que necesitamos para circunstancias imprevistas", como operaciones de rescate ante las que podría ordenar la intervención puntual de las fuerzas especiales.

La iniciativa se conoce después de que esta semana el Gobierno confirmara la muerte de la cooperante Kayla Mueller, de 26 años, en lo que supone el cuarto fallecimiento de un ciudadano estadounidense en manos del grupo yihadista.

Hasta ahora, el Gobierno de Obama se ha basado para desplegar sus ataques contra el EI en Irak y Siria en una "autorización para el uso de la fuerza militar" (AUMF, en inglés) de 2001 y en otra norma de 2002 para Irak que el entonces presidente, George W. Bush, usó para lanzar ataques contra terroristas en el extranjero.

No obstante, Obama dijo en noviembre que prefería que el Congreso aprobara una base legal específica para la ofensiva contra el EI que comenzó en agosto, y durante los últimos tres meses la Casa Blanca ha mantenido contactos con los legisladores para redactar un texto.

Obama se mostró "optimista" ante el hecho de que la propuesta pueda ser aprobada con apoyo bipartidista "para demostrar a las tropas y al mundo que Estados Unidos está unido en esta misión".

El mandatario reconoció que acabar con el EI "es una tarea difícil" y "continuará siéndolo" durante algún tiempo en algunas zonas, pero aseguró que la coalición internacional "está a la ofensiva", mientras que el grupo yihadista está "a la defensiva".

Desde que comenzó la campaña de la alianza internacional, en la que participan más de 60 países, se han realizado más de 2.000 ataques aéreos contra los terroristas, que han destrozado 257 vehículos militares, 120 bunkers, 21 campamentos de entrenamiento más de un centenar de infraestructuras de petróleo, con el que se financian.

"El EI va a perder", aseveró el mandatario.

La propuesta ha tenido buena acogida entre los presidentes de los comités de las dos cámaras del Legislativo -ambos republicanos- donde se debatirá y votará, pero para el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, es insuficiente.

"Si queremos derrotar a este enemigo, necesitamos una estrategia militar amplia y una autorización robusta, no una que limita nuestras opciones", señaló en un comunicado.

El portavoz de la Casa Blanca dijo entender que puede haber aún discrepancias, pero la propuesta es "un punto de inicio".

El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el republicano Bob Corker, indicó que empezarán pronto las audiencias para que el Gobierno exponga la estrategia contra el EI y espera que aunque haya diferencias que se diriman y lleguen a una ley bipartita "que nos permita confrontar esta grave amenaza"·

Su par del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, el congresista republicano Ed Royce y el número dos del comité, el demócrata Eliot Engel, dieron la bienvenida a la iniciativa y señalaron que el uso de la fuerza militar "no es más que un elemento de la estrategia necesaria" contra el EI.

La propuesta de Obama deroga la autorización militar de 2002 específica para Irak pero no la aprobada en 2001 poco después de los atentados del 11-S, y que permite a Estados Unidos lanzar ataques aéreos contra redes terroristas en el extranjero, en términos generales.

Un grupo de profesores de derecho de las universidades más prestigiosas de EEUU había pedido en una carta al mandatario que cuando enviara su propuesta de base legal para la ofensiva contra el EI acabara con "la autorización del uso de la fuerza más larga de la historia", que consideran está redactada en términos muy amplios.

No obstante, Obama señaló su voluntad de trabajar con el Congreso para "refinar, y en último término derogar" la autorización de 2001.