El Gobierno chino anunció hoy la detención y expulsión oficial del Partido Comunista (PCCh) del exministro de Seguridad Zhou Yongkang, a quien acusó de corrupción y de filtrar secretos de Estado y de la formación y que se convierte en la figura de más peso político en ser entregada a la Justicia en décadas.

La agencia oficial Xinhua así lo anunciaba en la madrugada del sábado, para dar carácter de urgente a una noticia que se esperaba desde hace meses, cuando en julio se hizo pública una investigación contra Zhou por supuesta corrupción que llevaba tiempo fraguándose.

De 71 años y con una fulgurante carrera desde que se convirtió en director general de China National Petroleum Corporation (CNPC) entre 1996 y 1998, su ascenso en el PCCh le llevó a ser dos veces ministro, de Tierra y Recursos y de Seguridad Pública, y a ocupar un puesto en el todopoderoso Comité Permanente entre 2007 y 2012.

Este último cargo, que desempeñó cuando Hu Jintao era presidente de China, le convierte en el político de más peso arrestado desde que en 1976 se detuviera a la "Banda de los Cuatro", como se conocía al grupo de altos dirigentes juzgados tras la muerte de Mao, entre ellos su viuda, Jiang Qing, y tres de sus colaboradores.

Zhou, poseedor de uno de los currículos más extensos de la actual jerarquía comunista china, fue acusado hoy de "abusar de su poder para ayudar a parientes, amantes y amigos a través de operaciones de negocios que resultaron en serias pérdidas para las empresas estatales" chinas.

Además, "filtró secretos de Estado y del Partido, cometió adulterio con un gran número de mujeres y utilizó su poder para obtener sexo y dinero", publica Xinhua, y agrega que se han encontrado "pistas de más crímenes" cometidos por Zhou durante la investigación.

La detención del exministro se enmarca dentro de la campaña contra "tigres y moscas" que emprende el Gobierno de Xi Jinping, en mención a la indiferencia ante el cargo del sospechoso corrupto para enviarle a los tribunales, y que algunos expertos vaticinan que durará años y que apuntará contra líderes de incluso mayor rango.

En manos ahora de la Fiscalía Suprema del país, que anunció también hoy que ha abierto una investigación en su contra, el siguiente paso será su imputación y la fecha de un más que probable juicio, que se espera se celebre en pocos meses.

Esa es la opinión de Willy Lam, profesor de Política en la Universidad de Hong Kong, quien dice que el Gobierno "tratará de cerrar el caso antes de la celebración de la cita anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP)" en primavera para "pasar página al siguiente asunto".

Una de las sorpresas es que hoy se haya acusado públicamente a Zhou de filtrar secretos de Estado y del Partido, un asunto delicado para un Gobierno que busca a toda costa mostrar una imagen de unión inquebrantable en sus filas.

"Lo han hecho para persuadir a otros líderes poderosos, como (el expresidente) Jiang Zemin de la necesidad de procesarle", considera Lam, en referencia al supuesto apoyo prestado por Jiang a Zhou y previamente a Bo Xilai, exdirigente local apadrinado por el exministro de Seguridad y condenado a cadena perpetua el año pasado.

Como Bo, Zhou Yongkang formaba parte del grupo de políticos menos afines al que se convirtió en presidente de China en 2013, Xi Jinping, sobre quien podrían haber versado parte de los secretos filtrados por el otrora "zar" de Seguridad.

Además de acerca de Xi, cuya inmensa fortuna fue revelada por Bloomberg en junio de 2012, el docente apunta a que "Zhou podría haber filtrado información a cambio de dinero durante su etapa al mando de la CNPC" y también a sus aliados cuando era ministro de Seguridad.

Si bien es altamente improbable que estos secretos sean revelados, Lam subraya que los delitos económicos de los que le acusa el Partido ascienden a sumas que rondan los 20.000 millones de yuanes (3.250 millones de dólares), "cifra suficiente para que sea condenado a la pena de muerte".

La sentencia final dependerá, no obstante, de su colaboración con Xi Jinping, "y los rumores en Pekín apuntan a que está dispuesto a ello para salvar a su hijo, que también está acusado de corrupción", añade el profesor, que prevé que el juicio se celebre al estilo del de Bo Xilai, retransmitido parcialmente por el propio tribunal.