El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió ayer al Congreso 3.700 millones de dólares más para hacer frente al conflicto humanitario generado por la llegada masiva de niños centroamericanos no acompañados a EEUU por su frontera con México, informó la Casa Blanca.

De ser autorizados, los fondos se destinarán a ampliar los recursos en los centros donde se detiene a los menores, para enviar más jueces de inmigración a la frontera y aumentar los esfuerzos de seguridad en México y Centroamérica.

"Insto al Congreso a actuar rápidamente para considerar esta importante petición", dijo Obama en una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

Los fondos incluyen 1.533 millones de dólares para el Departamento de Seguridad Nacional, 1.800 millones para el de Salud y Servicios Humanos, 300 millones para el Departamento de Estado y 64 millones para el de Justicia.

Los primeros 1.533 millones incluyen 1.100 millones para la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) y estarán dedicados a acelerar la deportación de los adultos que, en algunos casos, acompañan a los niños inmigrantes, crear "alternativas a la detención" de los menores y aumentar la presencia de agentes de control.