Los extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL o ISIS en sus siglas en inglés) tomaron hoy el control de la estratégica localidad iraquí de Tal Afar, ubicada entre la ciudad de Mosul y la frontera con Siria.

El presidente del Consejo de Tal Afar, Mohamed al Wahab, y habitantes de la zona dijeron que combatientes del EIIL se impusieron en la localidad, escenario de duros enfrentamientos desde hace dos días.

Sin embargo, el general del Ejército Abu al Walid aseguró en declaraciones recogidas por la televisión oficial iraquí que actualmente las tropas se están enfrentando a los radicales para recuperar su dominio.

Tal Afar, habitada por turcomanos suníes y chiíes, se ubica a unos cincuenta kilómetros al oeste de Mosul, tomada por los yihadistas el pasado día 10 de junio junto a otros insurgentes suníes en un avance sin precedentes.

La localidad también está cerca de la frontera con el noreste de Siria, donde el EIIL controla distintas zonas mientras lucha contra el régimen del presidente de Siria, Bachar al Asad, y otros grupos rebeldes sirios.

Esta organización extremista, que en última instancia quiere crear un "califato islámico" que se extienda por Siria e Irak, no solo pretende hacerse ahora fuerte en el norte de ese segundo país, sino que también ha amenazado con llegar hasta Bagdad y los santuarios chiíes de Kerbala y Nayaf, en el sur.

Los yihadistas han impuesto una interpretación radical de la ley islámica en aquellos sitios que dominan, prohibiendo el alcohol, entre otras restricciones.

La ONU denunció hoy, además, que el EIIL ha perpetrado crímenes de guerra con acciones como "una serie de ejecuciones sistemáticas y a sangre fría" de cientos de soldados capturados y de civiles en la ciudad de Tikrit.

Los extremistas también han empezado a cumplir su amenaza de destruir las tumbas de los imanes chiíes y sus lugares sagrados.

Habitantes del barrio de Bab Sinyar, en el oeste de Mosul, explicaron que los yihadistas derribaron "la tumba de la niña" (Qabr al Bint), lugar de peregrinaje para los chiíes que data de la época del historiador Az al Din al Yazari (1160-1233).

También destruyeron el santuario del imán Saad Ibn Aqid, símbolo religioso en Tal Afar.

Ante tales daños, el ministro iraquí de Turismo y Antigüedades, Liwaa Sumaisem, pidió a la Unesco y a otras organizaciones internacionales que "protejan los santuarios y edificios arqueológicos en Mosul y otras regiones atacadas por el terrorismo".

El Gobierno del chií Nuri al Maliki ha pedido a los ciudadanos que luchen como voluntarios contra el terrorismo, llamamiento al que se han unido importantes clérigos como la máxima autoridad chií del país, el ayatolá Ali al Sistani.

Además de ese intento por reorganizar las tropas después de que la desbandada militar contribuyera al vacío de seguridad en numerosas zonas del norte del país, las Fuerzas Armadas continúan inmersas en su estrategia de bombardear por aire posiciones insurgentes.

En la provincia occidental de Al Anbar, feudo de los rebeldes suníes, más de doscientos supuestos terroristas murieron hoy en un ataque aéreo iraquí en la zona de Al Saqlauiya, informó el Comando de Operaciones del Ejército en esa región.

Además, al menos 56 extremistas perecieron y otros 21 resultaron heridos en las últimas horas en una ofensiva militar en la provincia de Bagdad, según el portavoz militar, Saad Maan.

Los rebeldes suníes se oponen a la considerada "política sectaria" del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, cuya coalición Estado de Derecho se impuso en los comicios parlamentarios del pasado 30 de abril.

El Tribunal Supremo de Irak ratificó hoy los resultados electorales, que dieron 95 de los 328 escaños a la formación de Al Maliki, mientras que el bloque del clérigo radical chií, Muqtada al Sadr, obtuvo 34.

Sin la mayoría esperada para formar gobierno, Al Maliki tendrá que negociar la creación de alianzas en el Parlamento en un momento de total confrontación.

El pasado jueves, el anterior Parlamento -cuyo mandato expiró el sábado- no pudo celebrar una sesión por falta de quórum para declarar el estado de emergencia en el país.