Las grandes potencias internacionales e Irán comienzan hoy en Viena su penúltima ronda de contactos con el objetivo de cerrar en las próximas cinco semanas un acuerdo que asegure que el programa nuclear iraní no tiene objetivos militares.

De aquí hasta el viernes, el grupo formado por Alemania y los cinco miembros del Consejo de Seguridad, EEUU, Rusia, China, Francia y el Reino Unido, se reunirán a alto nivel con la delegación iraní, encabezada con el ministro de Exteriores, Mohamed Yavad Zarif.

Esta reunión, la quinta desde que comenzó el proceso, viene precedida de un intenso trabajo preparatorio, con numerosas reuniones bilaterales entre Irán y Estados Unidos, Alemania, Francia y Rusia.

Aunque poco ha trascendido, el objetivo es desbloquear unas negociaciones atascadas en acusaciones mutuas y en la insistencia de Irán de que se relajen las sanciones económicas y políticas.

El doble uso del uranio enriquecido, civil para alimentar centrales nucleares y militar para fabricar bombas, sigue centrando los debates y temores de la comunidad internacional.

La construcción de un reactor de agua pesada, que produce plutonio, otro material de doble uso, el desarrollo iraní de misiles de largo alcance, o el régimen de inspecciones al que debería someterse Irán son otros de los temas que deben ser resuelto en el acuerdo final.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que dirige la negociación en nombre de la comunidad internacional, celebra hoy un almuerzo de trabajo con Zarif, para resumir las posturas y pactar el formato y la agenda de las reuniones de esta semana.

Washington anunció el domingo que en su comitiva de Viena se encuentra el número dos del Departamento de Estado, Bill Burns, quien en el pasado mantuvo contactos secretos con los iraníes.

En el marco de las reuniones de Viena, Washington quiere hablar con Teherán sobre una posible coordinación para el combate del grupo integrista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), informa hoy la radio pública austríaca ORF.