El debate sobre la reforma de la ley del aborto presentada en España por su ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se trasladó ayer al pleno del Parlamento Europeo en el marco de un debate sobre "no discriminación en los derechos de salud sexuales y reproductivos". Durante el debate, la mayoría de grupos políticos europeos (socialdemócratas (S&D), liberales (ALDE), ecologista (Verdes) y miembros de la Izquierda Unitaria (GUE/NGL) coincidieron en pedir la retirada de ese anteproyecto de ley del aborto propuesto por el Gobierno español.

El Partido Popular Europeo (PPE) lamentó el tratamiento del asunto en la Eurocámara y defendió que es un debate sobre el que Europa no tiene competencias y que por tanto debe circunscribirse al parlamento nacional.

Iratxe García, María Irigoyen y María Muñiz (de parte del PSOE), Raul Romeva (ICV), Willy Meyer (IU), Izaskun Bilbao (PNV) e Iñaki Irazabalbeitia (Aralar) coincidieron en mostrar su rechazo a la ley y la consideraron como un retroceso en los derechos de las mujeres en España.

"Europa no puede permanecer impasible mientras (el presidente del Gobierno, Mariano) Rajoy pretende acabar con décadas de lucha de las mujeres. Esa ley quiere imponer a todas las mujeres la moral de una parte de la población", dijo la eurodiputada Iratxe García (PSOE).

Eurodiputados de otras nacionalidades mostraron su "preocupación" por la ley española, como la liberal holandesa Sophie In''t Veld, quién lanzó al mensaje al Gobierno español de que "si una mujer es capaz de dirigir Alemania, será también capaz de tener competencia sobre su propio cuerpo".

La socialista húngara Zita Gurmai consideró "inaceptable" que las mujeres tengan más o menos derechos reproductivos según su situación geográfica en la Unión.

De parte del PP, la eurodiputada Teresa Jiménez Becerril rechazó que el asunto se debatiese en la Eurocámara y defendió que el PP tiene legitimidad democrática para proponer la reforma teniendo en cuenta su mayoría en la cámara española.