La canciller alemana, Angela Merkel, reapareció este martes en público con muletas por primera vez tras su accidente de esquí para recibir a los niños de las diócesis germanas que cada año van de puerta en puerta disfrazados de Reyes Magos para recoger donativos destinados a proyectos sociales.

Merkel, convaleciente de una fractura de pelvis como consecuencia de una caída mientras practicaba estas navidades esquí de fondo en Suiza, mantuvo el encuentro en su agenda, a pesar de que ha cancelado los principales compromisos.

Parte del acto lo presentó el ministro de la Cancillería, Peter Altmeier, quien reveló que de niño había sido monaguillo y que también había recorrido las calles disfrazado de Baltasar.

"Agradezco al ministro de la Cancillería haber asumido parte del acto, habréis leído que debo permanecer el mayor tiempo posible tendida", dijo Merkel en una intervención en la que elogió el compromiso de los "Reyes Magos" con los niños de otros continentes que tienen problemas más graves que los de Europa.

Merkel cantó una canción con los niños, estuvo de pie durante todo el acto y durante su intervención ante el atril prescindió incluso de las muletas.

La canciller piensa presidir mañana el Consejo de Ministros, pero ha cancelado otros puntos de la agenda como el viaje a Polonia que debía realizar mañana o la visita del primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, a quien recibía el jueves.

Tampoco se reunirá como estaba planeado esta semana con el jefe de la patronal alemana y su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), ha aplazado la convención con la que iba a iniciar el viernes el curso político, a la espera de que la canciller se recupere.