Varias decenas de manifestantes y policías resultaron heridos ayer en la plaza de la Independencia de la capital ucraniana, Kiev, después de que los agentes irrumpieran en el lugar, uno de los focos de las manifestaciones antigubernamentales registradas en las últimas semanas. La entrada de la Policía antidisturbios en la plaza generó enfrentamientos después de que los agentes intentaran detener a algunos de los activistas más problemáticos.

A pesar del amplio despliegue, los agentes no utilizaron la fuerza en un principio y se limitaron a desplazar a los manifestantes hacia el escenario que ha sido utilizado en las últimas semanas como plataforma para solicitar la dimisión del Gobierno.

La Policía afirmó que un total de diez agentes han resultado heridos, al tiempo que resaltó que su objetivo no es desmantelar el campamento, sino abrir al tráfico las calles que rodean la plaza.

Asimismo, el Ejecutivo publicó un comunicado para desmentir las informaciones publicadas en internet y varios medios sobre presuntas agresiones a varios manifestantes en el interior de coches policiales.

Por otra parte, el presidente ucraniano, Viktor Yanukóvich, invitó ayer a un "diálogo nacional" a todas las fuerzas políticas y sociales del país en pro de la "reconciliación" tras las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales de los últimos días, al tiempo que pidió a la oposición que no opte por la "vía de la confrontación".