Francia aceleró ayer su despliegue de tropas en la República Centroafricana, donde ya dispone de 1.600 soldados en una operación que recibió el respaldo político de los países africanos, a los que el presidente francés, François Hollande, pretende implicar más en la resolución de la crisis.

En conferencia de prensa, Hollande precisó que si el jueves (tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la intervención militar) Francia contaba con 600 soldados en Bangui, la cifra había pasado a 1.000 el viernes e iba a subir al final de la jornada de ayer a 1.600. Hollande no quiso aventurar sobre el tiempo que permanecerán las tropas francesas en la República Centroafricana, y se limitó a indicar que estarán "todo el tiempo que sea necesario".

El presidente francés dijo que estas tropas actuarán junto a los 2.200 militares africanos de la misión internacional, que ya habían conseguido frenar significativamente las masacres.