El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, se reunió este viernes con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, en el balneario ruso de Sochi (mar Negro) a su regreso de China, adonde viajó en medio de la oleada de protestas antigubernamentales en su país.
"El presidente de Ucrania hizo una parada en Sochi en su regreso de China. Durante la breve visita de trabajo se abordaron asuntos actuales de las relaciones bilaterales", aseguró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, citado por las agencias locales.
Ambos mandatarios también ultimaron los preparativos de la reunión de la comisión interestatal para la reanudación de las relaciones comerciales tras la decisión de Kiev de renunciar a la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.
Ucrania ha decidido restablecer los intercambios con su vecino del norte, que había amenazado con introducir medidas proteccionistas en caso de que Kiev se asociara con los Veintiocho el pasado 29 de noviembre en la cumbre de Vilna de la Asociación Oriental entre la UE y varios países exsoviéticos.
Yanukóvich, que viajó el martes a China en busca del apoyo de Pekín dada la endeble situación económica de Ucrania, también busca el espaldarazo diplomático del Kremlin en medio de la crisis política en Ucrania.
El líder ucraniano, que ha sido criticado por ausentarse en medio de las protestas populares más graves en su país desde la Revolución Naranja, llamó este lunes a los manifestantes opositores a cumplir con la ley y mantener el "carácter pacífico" de sus protestas.
"Estoy seguro de que cualquier paz, incluso mala, es mejor que cualquier buena guerra", afirmó Yanukóvich, quien también criticó el desproporcionado uso de la fuerza de los efectivos antidisturbios contra los manifestantes.
Por su parte, Putin tachó esta semana las multitudinarias manifestaciones de la oposición en Kiev de pogromo y negó que se trate de una revolución popular.
Según el líder ruso, las acciones de protesta "tienen poco que ver con las relaciones entre Ucrania y la UE" y obedecen a intereses de quienes "quieren agitar los procesos políticos internos".
"Se trata de una acción bien planeada de antemano" con la vista puesta en las elecciones presidenciales ucranianas de 2015, apuntó.
Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, denunció hoy la participación de funcionarios extranjeros en las manifestaciones de protesta en Ucrania como "intromisión en los asuntos internos" del vecino país.
El primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, reconoció que la renuncia de Kiev a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE, detonante de las actuales protestas, se fraguó en la reunión que mantuvieron Yanukóvich y Putin el pasado 9 de noviembre.