Varios estudios confirmaron hoy que la manipulación del cobalto-60 por parte de quienes robaron el material cuando era transportado en un camión no representa "ningún riesgo" para la población, ni siquiera para la familia que estuvo en contacto con el contenedor.

La fuente de cobalto-60 para radioterapia fue hallada el miércoles en una zona despoblada del municipio de Hueypoxtla (en el central Estado de México), a unos 30 o 40 kilómetros de donde fue robado el camión que llevaba el equipo desde un hospital del norte del país a un centro de desechos radiactivos.

El alcalde de Hueypoxtla, Francisco Santillán, dijo que los estudios en las últimas horas han confirmado que "no hay ningún riesgo" para los 40.000 habitantes del municipio, dado que el cabezal fue abierto en una zona lejana a las áreas pobladas.

"Todo está bien, no hay necesidad de evacuar", apuntó Santillán, quien no obstante añadió que "se están tomando las precauciones debidas" en la zona donde fue hallado el cobalto-60. Allí se ha establecido un cerco de seguridad de 500 metros con el fin de facilitar los trabajos para su recuperación y almacenamiento definitivo.

Los especialistas en materia nuclear intentan almacenar de manera segura el material radiactivo encontrado hace ya más de 24 horas en una zona rural.

El alcalde admitió que hay un "poquito de incertidumbre" entre los pobladores, con quienes sostuvo este jueves una reunión en la que les pidió calma y "que no se acerquen por curiosidad hacia la parte restringida".

Sobre una familia que estuvo en contacto con el contenedor, dijo que a sus seis integrantes ya se les realizaron pruebas médicas y están bien de salud.

Explicó que la familia se encontró piezas en el campo y se las llevó a su domicilio pensando que sería un repuesto de algún vehículo, pero "por suerte" no estaban contaminadas.

El cobalto-60 es un tipo del elemento cobalto cuyos átomos son inestables y emiten radiación, y es usado para tratar el cáncer, así como para esterilizar alimentos y material médico, entre otros.

Santillán dijo que está en contacto permanente con las autoridades federales para hacer frente a esta situación y señaló que probablemente en el "transcurso de la tarde o mañana (los expertos) ya van a poder retirar el material".

La Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) no ha informado de los avances en los trabajos en el terreno para introducir el material en un nuevo contenedor y trasladarlo hacia el Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos (Cader), situado en el Estado de México.

Dicho centro era el destino inicial del equipo médico desmantelado en la ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, antes de que fuera robado por unos sujetos que amagaron con armas a los conductores del camión que transportaba el aparato.

El equipo era transportado por una empresa autorizada por la CNSNS, pero el localizador GPS del camión no funcionaba y tampoco viajaban escoltados por un equipo de seguridad. Además, los conductores dormían en una gasolinera en el momento en que fueron asaltados.

Por la noche, la Coordinación Nacional de Protección Civil, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Interior), informó de que este jueves alrededor de las 17.30 hora local (23.30 GMT) fue localizada la totalidad del material radiactivo, consistente en una cápsula de aproximadamente dos centímetros de diámetro.

Añadió que las investigaciones en torno al robo de este material están a cargo de la Procuraduría General de la República (fiscalía), y enfatizó que el Gobierno de la República "reitera que no existe riesgo para la salud de las personas que no hayan estado expuestas directamente a la cápsula de material radiactivo".

Según la CNSNS, México registra un promedio anual de seis robos de sustancias radiactivas, de los cuales ninguno ha tenido por objeto apoderarse de ese tipo de material.

Hasta el momento no se tiene noticia de quienes robaron el camión con el equipo médico la madrugada del lunes en el estado de Hidalgo, pero diversas autoridades han advertido públicamente del grave peligro que corren quienes hayan estado en contacto con el material radiactivo.

Este incidente, que revela un pobre control del manejo de los materiales radiactivos en México, tiene un antecedente en la revelación en 1984 de que toneladas de varillas de construcción contaminadas con cobalto-60 procedentes de un aparato médico descartado habían sido distribuidas en 16 estados del país.