Olas de hasta diez metros de altura y ráfagas de viento superiores a los 120 kilómetros por hora recibieron en el Pasaje de Drake al "Ortelius", el barco que conduce a la expedición que acudirá al concierto del grupo Metallica programado para el próximo domingo en la Antártida.

La furia del Pasaje de Drake, una de las zonas más peligrosas del mundo para la navegación, zarandeó al "Ortelius" durante día y medio en su camino hacia la base argentina Carlini, en el Continente Blanco.

El barco, una nave a motor reforzada contra el hielo y diseñada para cruceros de expedición en el Ártico y la Antártida, partió el martes de Ushuaia, la ciudad más austral del mundo con 126 personas a bordo, entre ellas, los ganadores del concurso organizado en varios países latinoamericanos por Coca-Cola para asistir al concierto de la banda de "trash metal".

La fuerte tormenta que sorprendió a la expedición en el Pasaje de Drake obligó a reducir la velocidad del barco de 20 a 5 kilómetros por hora y tumbó, literalmente, a buena parte del pasaje, que tuvo que medicarse contra el mareo y descansar en camas.

Gigantescos muros de agua sacudieron al barco, zarandeado por el "efecto embudo" que generan los vientos entre la cordillera de los Andes y la Península Antártica.

"Fue una fuerte tormenta, pero es frecuente este tipo de tormentas en el Pasaje de Drake, hay un 95 por ciento de posibilidades de encontrar estas tormentas aquí", explica el capitán del barco, el ruso Serguei Nezterov, que presume de haber cruzado el paso más de 300 veces.

"Lo más peligroso es el viento, y por eso cambiamos la dirección para movernos con las olas. En el Pasaje de Drake hay que esperar y tener paciencia hasta que escampa el temporal", continúa.

Aunque el "Ortelius" se topó con "una enorme tormenta", Nezterov recuerda situaciones mucho peores, con olas que en una ocasión llegaron hasta los 40 metros, "aquello fue realmente un huracán", relata.

La furia de Drake ha retrasado la expedición y ha obligado a replantear una de las bajadas a tierra previstas para garantizar que el barco, al que en las próximas horas se incorporarán los músicos de Metallica, llega a tiempo para el concierto organizado bajo el lema "Música Zero" en el helipuerto de la base Carlini.

El Paso de Drake, también conocido como Mar de Hoces -en homenaje al navegante español que lo descubrió- separa Suramérica de la Antártida y transcurre entre el Cabo de Hornos (Chile) y las Islas Shetland del Sur (Antártida).

En sus 800 kilómetros de anchura convergen los océanos Pacífico y Atlántico y no hay tierra firme, lo que le convierte en el estrecho más tormentoso del mundo.

Fue descubierto por el español Francisco de Hoces en 1525, cuando su barco fue arrastrado por un temporal y llegó al Pacífico bordeando el Cabo de Hornos.

Aunque el primer viaje documentado fue el de Willem Schouten, al mando del Eendracht, en 1616, su nombre se debe al pirata inglés Sir Francis Drake, que llegó al paso por casualidad, en 1578, tratando de escapar de una tormenta.

El pasaje es mar abierto, excepto por las islas Diego Ramírez, unos 100 kilómetros al suroeste del Cabo de Hornos, lo que permite el movimiento de la Corriente Circumpolar antártica, una corriente marina fría que rodea al continente y que mueve un impresionante caudal de agua.

"Es una zona tormentosa, pero muy interesante", asegura el capitán Nezterov, que lleva siete años conduciendo el "Ortelius" y reconoce que, en este tiempo, ha observado algunas transformaciones, producto del cambio climático.

"El año pasado por ejemplo había más hielo", recuerda el capitán, que admite que las travesías a la Antártida no le dejan mucho tiempo para descansar y dormir.

"El capitán nunca duerme, solo sueña", concluye Serguei Nezterov, para quien "la Antártida es un lugar internacional y un territorio que da la bienvenida".EFE

06-12-2013, 07:57:00