El Tribunal Popular Supremo de Shandong (este de China) examinará la apelación presentada por el exdirigente Bo Xilai, tras ser condenado a cadena perpetua por corrupción y abuso de poder, informó hoy la corte.

"Tras una investigación, esta corte ha decidido aceptar (la apelación) de acuerdo a la Ley", se indica en un comunicado publicado en la cuenta oficial del Tribunal en Weibo, el Twitter chino.

Según la nota, la corte dispondrá de un periodo de dos meses para estudiar la apelación de la sentencia, emitida el pasado 22 de septiembre, pero no indica exactamente cuándo emitirá una decisión.

Los expertos coinciden en que es poco probable que Bo, uno de los líderes más populares de China hasta su caída en desgracia, gane la apelación, debido al estricto control del Partido Comunista Chino (PCCh) sobre la Justicia.

Bo, exsecretario general del PCCh en Chongqing (centro), es el protagonista del principal escándalo político del país en décadas, después de que su antigua mano derecha, Wang Lijun, intentara refugiarse en un consulado de EEUU en febrero de 2012 y denunciara allí las irregularidades cometidas por él y su esposa, Gu Kailai.

Meses después de la huida de Wang, Gu fue condenada a pena de muerte de suspendida -cadena perpetua en la práctica- por el asesinato del empresario británico Neil Heywood.

Wang, por su parte, fue condenado a quince años de cárcel por deserción y otros delitos.

Tanto Gu como Wang declararon en contra de Bo Xilai en un teatral juicio que se celebró en agosto en la ciudad oriental de Jinan, que duró cinco días y en el que el exdirigente mostró en todo momento una actitud sorprendentemente combativa.

En la audiencia, transmitida parcialmente a través de la cuenta del Tribunal en Weibo, Bo negó los delitos, algo infrecuente en los juicios chinos, en los que la asunción de culpabilidad suele atenuar la sentencia final.

Bo, de 64 años, informó al tribunal de su apelación el mismo día de recibir el veredicto, tras "montar en cólera" al escuchar la sentencia, según publicó entonces el diario independiente "South China Morning Post".

El exmiembro del Politburó chino aseguró, según el rotativo, que "la decisión no está basada en los hechos" y que "el tribunal no es transparente ni justo".

La cadena perpetua representa una sentencia más dura de lo que habían anticipado algunos analistas, y es la más severa impuesta a un alto dirigente chino desde el juicio a la "Banda de los Cuatro" a principios de los años ochenta.

Se estima que, tras aprobar examinar la apelación, el Tribunal Supremo de Shandong resuelva o bien reafirmando la sentencia anterior o admitiendo en parte o todas las alegaciones, lo que podría incluso conducir a un improbable nuevo proceso.

El Tribunal no ha puesto fecha de audiencia para que Bo explique su recurso y se baraja que la corte examine la apelación a puerta cerrada.