Los inspectores internacionales comenzaron ayer a desmantelar parte del arsenal químico del régimen de Bachar al Asad, en un primer paso para cumplir el acuerdo entre Moscú y Washington y evitar una intervención armada de Estados Unidos en suelo sirio.

A lo largo del día de ayer los expertos tenían programado "destruir parte de las armas almacenadas y de los equipos para su producción", explicó un responsable de la misión conjunta de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y de las Naciones Unidas (ONU).

Éste es el primer día que los investigadores se dedican a esta tarea, que están realizando en un lugar desconocido, que la fuente no quiso revelar por motivos de seguridad.

El equipo llegó el martes pasado a Damasco en cumplimiento del plan acordado por la comunidad internacional y ratificado por la ONU tras el acuerdo de Estados Unidos y Rusia.

Durante su primera semana, el grupo técnico trabajó en verificar la información proporcionada por el Gobierno sirio, la seguridad de los equipos de inspección y la disposición para implantar el plan que establece la destrucción del arsenal químico durante la primera mitad de 2014.

En un comunicado, emitido el sábado, los expertos afirmaban que habían constatado un "progreso inicial" y que en los primeros encuentros con las autoridades locales habían recibido documentos que parecían "alentadores".

Según los plazos acordados por la ONU, las instalaciones de producción de armamento químico tienen que estar desmanteladas para primeros de noviembre, mientras que la destrucción de las armas debe culminar en el primer semestre de 2014.