El padre Ángel, presidente y fundador de la organización Mensajeros de la Paz, se encuentra hoy en Lampedusa, adonde ha viajado para unirse al dolor por el naufragio del barco de indocumentados y llevar ropa a los niños inmigrantes que están en la isla italiana.

"Estoy muy impresionado y muy compungido. Acabo de salir ahora de la morgue, donde había más de 140 cajas de muertos en el suelo, solo con un número, sin nombre, y más de seis cajas blancas de niños", afirmó hoy el padre Ángel en conversación telefónica con Efe.

"En estos momentos no se te ocurre más que rezar y llorar y también clamar, como el Papa, que es una vergüenza que en el siglo XXI exista esto. No es solo una vergüenza, sino que alguien tiene que ser responsable de tantas muertes y tenemos que salir a la calle a gritar ''basta ya'' de leyes antihumanas contra los inmigrantes", agregó.

El presidente de la organización humanitaria, quien llegó anoche en la pequeña isla italiana, visitó hoy el hangar del aeropuerto de Lampedusa en el que yacen los hasta ahora 111 cadáveres recuperados, que serán trasladados a la vecina Sicilia para sepultarlos en distintos municipios insulares.

El sacerdote español tiene además previsto saludar a la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, a quien quiere reconocer su "valentía" por haber dado un toque de atención sobre lo que ocurre en la isla italiana con los flujos de inmigración, tanto a las autoridades de Italia como a las de la Unión Europea (UE).

"Lo que hacen falta son leyes y leyes. Hace falta sentido común, pero sentido común para esta Unión Europea, Premio Nobel de la Paz, que tiene que poner un poco de sentido común y no solo en esta isla de Lampedusa, sino en tantos lugares donde están llenos y sembrados los mares de muertos", comentó el padre Ángel.

En la UE "pierden tiempo y sesiones y sesiones en hacer leyes, mientras las leyes de los inmigrantes son duras, incluso para penalizar a quienes quieran ayudar a los inmigrantes. Es absurdo. Estoy con este Papa valiente, que lo que no han dicho los políticos y los gobernantes, lo ha dicho él. Esto es una vergüenza y hay demasiados sinvergüenzas", añadió.

En este sentido, el presidente de Mensajeros de la Paz se lamentó que los países europeos "no seamos capaces de poner paz y aprobar unas leyes de convivencia", que hagan que no se produzca tanto dolor ni tantos muertes en los flujos migratorios.

El religioso tiene previsto además este sábado abordar con el párroco de Lampedusa las necesidades de ayuda humanitaria que tiene la isla italiana, para ver en qué sentido Mensajeros de la Paz puede ayudar.

Por el momento, el padre Ángel ha viajado a la pequeña isla, considerada por muchos como la puerta de entrada por mar a Europa de la inmigración ilegal, con ropa para los menores de edad que se encuentran en el centro de acogida de Lampedusa, desbordado por el enorme flujo de indocumentados registrado este verano.

"Hay más de 120 niños en el centro de acogida de aquí y traemos solamente ropa para ellos, porque en este momento lo único que hay que hacer es estar cerca de ellos, acompañarles, compartir un poco el dolor y, sobre todo, estar ahora con los supervivientes", apuntó.