El presidente de EE.UU., Barack Obama, ofrecerá hoy su primera rueda de prensa desde abril pasado, en la que se prevé abordará asuntos como la economía, la reforma migratoria, el presunto espionaje de estadounidenses y la actual crisis diplomática con Rusia.

El propio Obama se encargó de anunciar ayer la rueda de prensa, que se celebrará a las 15:00 hora local (19:00 GMT), tras concluir un encuentro bilateral con el primer ministro de Grecia, Antonis Samarás.

Obama evadió contestar preguntas sobre su cancelación de la reunión bilateral con el presidente ruso, Vladimir Putin, el mes próximo, y sobre la concesión de la "Medalla de Honor" a la popular diva de la televisión estadounidense, Oprah Winfrey.

El mandatario pidió a los periodistas que guardasen todas sus preguntas para la rueda de prensa de hoy, su primera desde el pasado 30 de abril y en vísperas de que inicie una semana de vacaciones en la exclusiva isla de Marthas Vineyard, en las costas de Massachusetts.

El pasado 19 de julio, durante una sorpresiva aparición en la sala de prensa, Obama se comprometió a programar pronto una extensa rueda de prensa para tratar una amplia gama de asuntos, aunque no precisó fecha.

En esa ocasión, Obama habló únicamente sobre el dictamen en el caso contra George Zimmerman, absuelto por el homicidio del joven afroamericano desarmado Travyon Martin.

El encuentro con la prensa ha generado grandes expectativas en unos momentos en que su Gobierno afronta desafíos tanto en política interna como en el área internacional, incluyendo las fricciones con Rusia por el asilo político al extécnico de la CIA Edward Snowden, y el proceso de paz en Oriente Medio.

A raíz de la negativa de Putin de devolver a Snowden a EE.UU. para que responda a cargos de espionaje, Obama canceló su encuentro bilateral con el mandatario ruso el mes próximo en Moscú, previsto al margen de la cumbre del G-20 en San Petersburgo.

En el plano económico, desde el pasado 24 de julio, Obama realiza una gira nacional para defender su agenda económica de cara a las batallas fiscales que se avecinan con el Congreso respecto al presupuesto federal y las negociaciones para el levantamiento del techo de la deuda.

El Gobierno de Obama también presiona a la Cámara de Representantes para que apruebe una reforma migratoria similar a la que aprobó el Senado el pasado 27 de junio y que abre una vía para la legalización y eventual ciudadanía de once millones de inmigrantes indocumentados.

La Administración Obama afronta presiones por los programas de vigilancia secretos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés), después de que el diario "The New York Times" indicase el jueves que el espionaje es mayor de lo que se sospechaba e incluye las comunicaciones internas de los ciudadanos de EE.UU.

En una entrevista con el popular programa "The Tonight Show With Jay Leno", de la cadena televisiva NBC, Obama aseguró que el Gobierno "no espía a los estadounidenses".

En junio pasado el subdirector de la NSA, John Inglis, negó en una audiencia del Congreso que el Gobierno estuviese espiando "en cualquier parte de la Tierra" el contenido de las comunicaciones personales de los estadounidenses sin el debido permiso judicial.