Robert Mugabe ha sido reelegido presidente de Zimbabue a los 89 años de edad y, tras 33 años en el poder, afronta un nuevo lustro de mandato entre denuncias de fraude electoral por parte de la oposición, que ha solicitado una "auditoría forense" de los comicios.

Según avanzó ayer la jefa de la Comisión Electoral de este país, Rita Makarau, a través de la radio estatal, Mugabe logró 2.110.434 votos en las elecciones celebradas el pasado miércoles frente a los 1.172.349 que consiguió su rival, el primer ministro del Gobierno de unidad nacional y líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Morgan Tsvangirai.

La victoria de Mugabe se ha visto refrendada por la amplia mayoría que ha logrado su partido, la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), que ha conseguido 160 de los 210 escaños que conforman la Cámara.

El MDC ha obtenido únicamente 49 diputados, mientras que el asiento restante ha sido para un candidato independiente.

Antes de conocerse estos datos y minutos después de confirmarse los resultados de las elecciones parlamentarias, Tsvangirai pidió una "auditoría forense" del proceso electoral, al considerar que ha sido "fraudulento".

El primer ministro, que opina que las elecciones han sido una "farsa", pidió en rueda de prensa un análisis del censo electoral y de las papeletas que se imprimieron para las votaciones, entre otros aspectos.

Según denuncia, cerca de un millón de votantes de su partido no pudieron ejercer su derecho por irregularidades en el censo, y un "gran número" de ciudadanos fueron "asistidos" por presuntos funcionarios en algunas zonas rurales.