Negociadores israelíes y palestinos cerraron ayer en Washington un plan de trabajo para intentar lograr un acuerdo de paz en los próximos nueve meses, sin dejar fuera ninguno de los asuntos más conflictivos y con la intención de entrar de lleno en las conversaciones antes de mediados de agosto.

Tras dos días de reuniones auspiciadas por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su papel como mediador durante el proceso, los jefes negociadores israelí, Tzipi Livni, y palestino, Saeb Erekat, se mostraron comprometidos con el nuevo diálogo directo, el primero desde 2010.

"Las partes han acordado seguir implicadas en negociaciones sostenidas, continuas y sustantivas en los asuntos clave, y volverán a encontrarse en algún momento de las próximas dos semanas", dijo Kerry.