Partidarios y críticos del presidente de Egipto, Mohamed Mursi, se enfrentaron a pedradas y espadazos, ayer, viernes en la ciudad de Alejandría a unas horas del polémico referéndum constitucional impulsado por el propio Mursi, que ha sido boicoteado por la mayor parte de los jueces egipcios al entender que se trata de un atentado contra sus capacidades organizado por los islamistas afines al presidente. El Centro Carter anunció, además, que no desplegará observadores por la tardía publicación de las acreditaciones.

Los enfrentamientos comenzaron cerca de una mezquita en la que opositores al presidente estaban repartiendo panfletos contra el plebiscito, lo que causó la ira de los simpatizantes, en su inmensa mayoría islamistas, del jefe de Gobierno. De momento no se tiene constancia de heridos.

Al menos ocho personas fallecieron y centenares resultaron heridas durante las protestas sobre el plebiscito que han tenido lugar durante las últimas tres semanas, mientras importantes figuras de la oposición advirtieron de un baño de sangre si el referéndum se lleva finalmente a cabo.

Para garantizar la seguridad, más de 120.000 soldados y 6.000 tanques serán desplegados en las calles con orden de proteger las urnas y las sedes de las instituciones del Gobierno.

Sin embargo, la consulta constitucional, que se celebra hoy, sábado, y el 22 de diciembre, no contará con la presencia de los observadores del Centro Carter, presidido por el expresidente estadounidense Jimmy Carter, debido a que "la tardía publicación de las acreditaciones impide que la organización lleve a cabo un informe exhaustivo sobre el proceso".

Pese a ello, indicó que "un equipo técnico del Centro Carter podría publicar otros comunicados sobre el referéndum en fechas posteriores". El organismo solicitó a las autoridades electorales del país africano a "asegurar la acreditación temprana de las organizaciones de observación electoral nacionales e internacionales".

La oposición, entre la que se encuentran antiguos diplomáticos como Mohamed ElBaradei o el exsecretario de la Liga Árabe Amr Musa, denuncia que la Carta Magna no refleja las aspiraciones de los diversos colectivos que conforman la sociedad egipcia. Critican que el borrador constitucional está condicionado por una excesiva influencia de los islamistas y menosprecia a sectores como los cristianos coptos, que conforman un 10% de la población.

De igual modo, el Consejo Internacional de Juristas (una ONG pro Derechos Humanos con sede en Ginebra) denunció que el borrador, preparado por una asamblea de marcada influencia islamista, se queda corto respecto al estándar internacional en aspectos como no garantizar la independencia del poder judicial y deja margen de impunidad al Ejército.