El presidente del Congreso Nacional libio (Parlamento), Mohamed Yusef al Magrif, pidió hoy perdón por el ataque lanzado anoche contra el consulado de EEUU en Bengasi, en el que murieron el embajador estadounidense, Chris Steven, y otros tres ciudadanos norteamericanos.

"Pedimos perdón a Estados Unidos, al pueblo estadounidense y al mundo entero", dijo al Magrif en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro transitorio, Abderrahim al Kib.

Asimismo, Al Magrif, que calificó lo ocurrido de "ataque criminal y cobarde", agregó: "condenamos con rotundidad cualquier ofensa contra el Islam y el profeta (Mahoma), como condenamos y rechazamos con rotundidad el uso de la violencia y el asesinato de inocentes como medio de expresión".

El ataque se produjo tras una protesta frente a la sede del consulado por un vídeo realizado en EEUU y que supuestamente ofendía a Mahoma.

Al Magrif, que leyó un comunicado de condena en nombre del Parlamento y del Gobierno libio, insistió en que el ataque era contrario a la religión y a la tradición hospitalaria de libia.

Para el presidente, se trata de un nuevo episodio de violencia para intentar socavar el proceso democrático libio, que arrancó con la caída en agosto de 2011 del régimen del coronel Muamar al Gadafi.

"Es un complot contra la revolución y contra la estabilidad y la seguridad de Libia", subrayó.

Tras indicar que las representaciones diplomáticas y las empresas y ciudadanos extranjeros están bajo la protección del Estado libio y sus servicios de seguridad, instó a los ciudadanos a permanecer unidos "frente a quienes pretenden desestabilizar el país y atentar contra su imagen".

"Lo ocurrido anoche en Bengasi coincidió con el aniversario de los atentados del 11 de septiembre. No permitiremos que el suelo libio se emplee para llevar a cabo cobardes acciones de venganza", dijo, sin ofrecer más detalles.

Al Kib agregó que se había creado un grupo conjunto entre el Parlamento y el Gobierno para seguir la situación de seguridad y aclaró que los detalles de la investigación no se podían revelar por el momento.

Asimismo, ambos dirigentes apuntaron a la posibilidad de que antiguos miembros del régimen de Gadafi estén involucrados con lo sucedido.

El viceministro de Interior para el oriente de Libia, Wanis al Sharf, aseguró poco antes de la rueda de prensa que este ataque "es una respuesta a la extradición de Abdala al Senusi", antiguo jefe de los servicios secretos y que Mauritania entregó el pasado día 5 de septiembre a las autoridades libias.