España y Portugal retomarán mañana sus cumbres bilaterales y, en un momento de especial trascendencia económica, sus jefes de Gobierno, Mariano Rajoy y Pedro Passos Coelho, reforzarán su apuesta contra el déficit en una cita a la que asistirá una quincena de ministros de ambos países.

La de mañana será la XXV cumbre ibérica y aunque en teoría deberían celebrarse de forma anual los dos países llevaban sin concertarla desde 2009, cuando se desarrolló en Zamora con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno español y José Sócrates como primer ministro luso.

Con sendas elecciones por medio, los dos han sido relevados y la cumbre de Oporto será la primera presidida por Rajoy y Passos Coelho.

Ambos se entrevistaron en Lisboa el pasado 24 de enero en la que fue la primera salida al exterior de Rajoy como presidente del Gobierno y entonces ya expresaron su compromiso de retomar de forma inmediata las reuniones bilaterales.

Cotejadas las agendas, se concretó la fecha y se fijó Oporto como escenario al que los dos presidentes de Gobierno acudirán acompañados por una quincena de ministros.

Está previsto que haya reuniones sectoriales de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Justicia, Fomento, Educación, Empleo, Industria y Agricultura, aunque es posible que en alguna de ellas el rango de participación no sea de ministros, sino de secretarios de Estado.

La reciente elección de François Hollande como presidente de Francia y las consecuencias que eso puede tener para el futuro económico de la Unión Europea estará inevitablemente presente en las conversaciones de esta cumbre.

Las fuentes citadas han señalado que de Oporto saldrá un mensaje de compromiso reforzado con las políticas de ajuste para evitar el déficit y de que es posible conjugar esas políticas con la apuesta por el crecimiento, una cuestión que estará en el centro del próximo Consejo Europeo que se celebre en Bruselas.

En ese contexto, el Gobierno español reconoce el gran esfuerzo que está realizando Portugal después de que fuera el tercer país europeo que pidiera asistencia financiera (tras Grecia e irlanda).

La cumbre servirá para repasar "los muchos intereses coincidentes" de España y Portugal en el marco comunitario.

En el capítulo de infraestructuras, se abordará la conexión de AVE entre Madrid y Lisboa, un proyecto que ha sido paralizado formalmente por razones económicas por el Gobierno de Passos Coelho.

Tras esa decisión, Rajoy se ha mostrado a favor de la alta velocidad con Portugal, pero ha hecho hincapié en que, de momento, los dos países tienen sus prioridades y la primera es afrontar la crisis.

Otro de los asuntos que pueden abordarse es el impacto que han tenido en el transporte y el turismo los nuevos peajes de las autopistas portuguesas, que han motivado quejas de ayuntamientos, usuarios y asociaciones profesionales españolas.

La liberalización del mercado de la energía y la colaboración en la lucha contra el terrorismo serán otros de los múltiples asuntos que se tratarán en Oporto.

Para preparar esta cita ha habido algunas reuniones previas de ministros, entre ellas la que mantuvieron la pasada semana en Madrid la titular de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y el ministro de Economía y Empleo portugués, Álvaro Santos Pereira.

Ambos ultimaron dos memorandos que serán firmados mañana, uno de ellos de cooperación y asistencia técnica en materia de empleo y condiciones de trabajo, y otro de cooperación y asistencia técnica relativo a política social.

Antes de las reuniones sectoriales, Rajoy y Coelho presidirán la segunda reunión del denominado Consejo Hispano-Luso de Seguridad y Defensa, que echó a andar hace tres años y que está formado por responsables militares y de los Ministerios de Defensa y Exteriores de los dos países.

Además, los dos jefes de Gobierno intervendrán en el encuentro empresarial hispano-portugués que se celebrará en Oporto coincidiendo con la celebración de la cumbre.