La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte ha anunciado hoy un boicot a los buques de bandera británica que ingresen en el país en adhesión a la reclamación del Gobierno de negociar la soberanía de las islas Malvinas con las autoridades de Londres.

La entidad, que agrupa a varios sindicatos -entre ellos, el de los portuarios-, agregó en un comunicado que desde hoy ha resuelto boicotear "cualquier nave, de cualquier tipo y forma" que "lleve bandera británica o que sea propiedad de británicos y esté registrada bajo una bandera de conveniencia".

La medida de protesta afectará asimismo a buques "con la bandera mentirosa e inventada de Malvinas".

La entidad advirtió de que el boicot también alcanza a buques que presenten alguna otra bandera de conveniencia que loss británicos utilicen, pabellones entre los que incluyeron los de Bermudas, islas Caimán, Gibraltar, Panamá y Malta.

La confederación sindical alegó que el boicot es "una herramienta de los trabajadores" que se ha decidido utilizar ante "las pretensiones militaristas de los ingleses".

La tensión entre Argentina y el Reino Unido subió en las últimas semanas cuando se acerca el trigésimo aniversario del inicio de la guerra de las Malvinas.

El canciller argentino, Héctor Timerman, acusó el viernes pasado al Reino Unido ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de militarizar e introducir armamento nuclear en el Atlántico Sur, tras el envío a Malvinas del destructor de la marina MS Dauntless y la llegada al archipiélago del príncipe Guillermo de Inglaterra para una instrucción militar.

Las últimas semanas Argentina ha incrementado sus esfuerzos diplomáticos para sumar adhesiones entre los países latinoamericanos a su reclamación de soberanía sobre esas islas.

Buenos Aires ha logrado que Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur, integrado por los países suramericanos) y la ALBA (Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Antigua y Barbuda) nieguen el ingreso a sus puertos de barcos con bandera de Malvinas, un pabellón que consideran "ilegal".