Unas doscientas personas se han concentrado hoy en las inmediaciones de la embajada de Marruecos en Madrid con motivo del primer aniversario del desmantelamiento del campamento saharaui de Gdeim Izik, cerca de El Aaiún, y han pedido el cese de las "torturas" y "el respeto a los derechos humanos" en la zona.

Al grito de "esta embajada está ensangrentada" o "un año después nosotros no olvidamos", los concentrados han rememorado cómo hace un año el conocido como "campamento de la dignidad" fue destruido con el resultado de varios muertos y numerosos heridos.

Uno de los participantes, Félix Morgado, integrante de la Federación de Asociaciones de Amistad con el Pueblo Saharaui, ha expresado su repulsa a la actuación marroquí en el desalojo y ha defendido que aquel fue el inicio de las revueltas en el mundo árabe.

"Aquellas personas estaban manifestándose de forma pacífica y fue precisamente esa forma de protestar la que luego se trasladó a Túnez o Egipto", ha explicado.

Otro de los congregados, Jafar Carcub, joven saharaui que vive en España desde hace 14 años, ha mostrado su preocupación por la situación en el Sahara, al asegurar que se trata de "un país dividido", cuyos ciudadanos en la zona ocupada, los campos de refugiados o el extranjero, "están sufriendo mucho".

"Somos apátridas y nadie nos escucha porque en nuestro país los intereses económicos están por encima de los derechos humanos", ha afirmado.

Los asistentes han ondeado banderas saharauis y han desplegado una pancarta que hacía alusión a la manifestación que este sábado tendrá lugar en Madrid por la independencia del Sahara Occidental y la libertad de los presos políticos.

Con un proyector y un generador de electricidad los asistentes han podido ver el documental "Gdeim Izik, el detonante de las revoluciones árabes", con imágenes y testimonios de periodistas y expertos.

El acto se ha desarrollado sin incidentes y ha estado vigilado por un amplio dispositivo policial que ha incluido cinco furgonetas de la Unidad de Intervención Policial y numerosas agentes, quienes han impedido a los concentrados situarse frente a la embajada.

El 8 de noviembre de 2010, las fuerzas de seguridad marroquíes desmantelaron el campamento de Gdeim Izik, cerca de El Aaiún, donde miles de saharauis habían instalado 6.500 tiendas de campaña para reclamar mejores condiciones económicas y sociales en la parte del Sáhara Occidental bajo control de Marruecos.

El desmantelamiento supuso el conflicto más grave sufrido en la ex colonia española en los últimos veinte años, que según el balance oficial de muertos proporcionado por Marruecos terminó con la vida de 13 personas (11 agentes y dos civiles saharauis), aunque diferentes asociaciones saharauis aseguran que el número fue mayor.