El exlíder militar de los serbios de Bosnia Ratko Mladic se encaró ayer con un juez del TPIY y con familiares de las víctimas de Srebrenica, con lo que provocó su expulsión de la sala y no tuvo que declararse culpable o inocente de las acusaciones de crímenes de guerra y genocidio.

Ante la ausencia de Mladic tras enzarzarse con el presidente de la sala, Alphons Orie, por su negativa a hablar sin la presencia de abogados de confianza, el juez hizo prevalecer el principio de presunción de inocencia y le declaró "no culpable" de los cargos, lo que la Fiscalía intentará rebatir durante la vista, todavía sin fecha prevista.

La expulsión tuvo lugar cuando el holandés Orie llamó al exgeneral a mantenerse en silencio salvo que le dieran la palabra, orden que el conocido como "carnicero de Srebrenica" ignoró hasta el punto de invitar a callarse al propio juez del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).

"Si no sigue mis órdenes tendré que hacer que le expulsen de la sala", señaló el juez Orie.

"Pues no espere más (para expulsarme), pero no voy a escuchar ni decir nada más si no es en presencia de mis abogados. Y usted debería hacer lo mismo", replicó Mladic, que fue entonces invitado a salir por los miembros de seguridad mientras en la grada algunas madres de Srebrenica le gritaban "criminal".

Una de las muchas llamadas al orden del juez a Mladic fue precisamente la de que cesara en su comunicación visual y de gestos burlones hacia los familiares de sus presuntas víctimas.

En los escasos veinte minutos en que el exgeneral estuvo en la sala, se aquejó de no escuchar bien la traducción al serbio por su mal oído, de no poder llevar su gorra de estilo militar ante el juez y, especialmente, del abogado que el tribunal le asignó de oficio.

Mladic señaló que no se dejará defender por el letrado determinado por la secretaría del tribunal, Aleksander Aleksic.

"No quiero ofenderle, pero es muy joven para defenderme", espetó el acusado.

Mladic pide que le representen el jurista ruso Alexandr Mezyáev y su letrado de confianza en Belgrado, Milos Saljic.

Precisamente, Saljic había señalado el domingo a la prensa en Belgrado que Mladic no comparecería "si no es obligado".

Sin embargo, Mladic decidió aparecer ayer, puntual, trajeado y con su ya característica gorra de estilo militar, que tuvo que retirarse a regañadientes por orden del juez. El exgeneral serbobosnio, como ya hizo en su primera comparecencia en el tribunal el 3 de junio, ha hecho mención a sus problemas médicos.

Once cargos

Sin embargo, el juez Orie le replicó que, según el examen efectuado por los médicos del TPIY, "su estado de salud no le impide comparecer y participar del proceso".

El tribunal pondrá fecha en las próximas semanas al principio del juicio propiamente dicho contra el considerado el penúltimo "pez gordo" de las guerras de la ex-Yugoslvia, tras el expresidente serbio Slobodan Milosevic, fallecido en el centro de detención del TPIY en 2006, y el líder político serbobosnio Radovan Karadzic, cuyo juicio todavía prosigue.

El fiscal jefe del TPIY, Serge Brammertz, redujo a once cargos el acta de imputado a Mladic, de 68 años, para que el juicio se ciña a los hechos mejor probados y no se demore en exceso.

Entre los cargos figura el de genocidio por su presunta responsabilidad en la matanza de unos 8.000 hombres y jóvenes musulmanes en la ciudad bosnia de Srebrenica tras la captura de la localidad por las tropas serbobosnias en julio de 2005.

Mladic fue detenido el pasado 26 de mayo en la casa de un familiar, situada al norte de Belgrado, después de haber estado 16 años prófugo de la Justicia internacional.