Barack Obama tenía previsto anunciar anoche -madrugada de hoy en Canarias- en su discurso a la nación la retirada de 33.000 soldados de Afganistán para septiembre de 2012, informaron altos funcionarios. Según las fuentes, los primeros 10.000 soldados abandonarán el país asiático a lo largo de este año y los restantes 23.000 antes de que finalice septiembre de 2012.

Los 33.000 soldados representan el refuerzo desplegado en 2010 en Afganistán para mejorar la seguridad en el país, detener el impulso talibán y contribuir a formar a las fuerzas afganas.

En la actualidad se encuentran cerca de 100.000 soldados estadounidenses desplegados en Afganistán, que, según lo aprobado por la OTAN en noviembre de 2010 en su cumbre en Lisboa, concluirán su retirada en 2014.

Obama telefoneó ayer a varios líderes internacionales, entre ellos el propio presidente afgano, Hamid Karzai; el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen; el primer ministro británico, David Cameron; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.

También informó de su decisión al presidente paquistaní, Asif Ali Zardari.

Obama tomó su decisión tras determinar que se habían logrado éxitos significativos en las metas que se había trazado en Afganistán: atajar el avance de los talibán, derrotar a Al Qaeda y que las fuerzas afganas estuvieran en condiciones de hacerse cargo de la seguridad del país.

En la actualidad, las otrora plazas fuertes de los talibán en Helmand y Kandahar están ya en manos aliadas.

Se han eliminado a varios jefes de Al Qaeda, en particular Bin Laden, y se han asestado duros golpes a su capacidad de formación y operación, al tiempo que se han detenido a terroristas que se preparaban para cometer atentados. A estos factores se suman cuestiones domésticas como el coste de la guerra o las bajas.