La explosión consecutiva de dos coches bomba cerca de la casa de un gobernador iraquí causó hoy al menos 25 muertos y 34 heridos, en el atentado más sangriento ocurrido en la provincia de Qadesiya, de mayoría chií.

El gobernador de Qadesiya Salem Husein Elwan salió ileso de la explosión, pero entre las víctimas se encuentran varios de sus vecinos y policías, explicaron fuentes policiales.

La doble explosión causó importantes destrozos en la vivienda del gobernador, situada en el centro de la ciudad de Diwaniya, capital de Qadesiya, a 180 kilómetros al sur de Bagdad.

También resultaron dañados varios edificios de la zona, así como coches aparcados en los alrededores y vehículos de la Policía encargados de custodiar al gobernador.

Tras el ataque, las fuerzas de seguridad iraquíes cerraron los accesos a la ciudad e intensificaron las medidas de vigilancia ante el temor a nuevos atentados.

Asimismo, varias ambulancias se desplazaron al lugar de la explosión para trasladar a las víctimas a los hospitales.

No es la primera vez que el gobernador de Qadesiya es objeto de un atentado. En agosto de 2007, el entonces gobernador Jalil Hamza y el jefe de la Policía de Diwaniya fallecieron por el estallido de un artefacto explosivo al paso del convoy en el que viajaban.

La provincia de Qadesiya no había sido nunca escenario de un atentado tan sangriento, pero sí de enfrentamientos entre las tropas estadounidenses y las milicias rebeldes chiíes.

Qadesiya es un feudo de la milicia chií Ejército del Mahdi, leal al clérigo radical Muqtada al Sadr, uno de los mayores detractores de la presencia estadounidense en Irak.

En un comunicado, el vicepresidente suní Tarek al Hashemi condenó el atentado y exigió que se abra una investigación.

Además, solicitó que se revisen los planes de seguridad para evitar que vuelvan a ocurrir este tipo de sucesos.

En las últimas semanas, han aumentado los ataques contra responsables de las provincias iraquíes con atentados contra los ayuntamientos de Salahedín, Al Anbar y Diyala. En este último, murieron once soldados y 29 personas resultaron heridas.

Según los analistas iraquíes, los grupos armados se aprovechan de las diferencias y luchas entre los políticos para perpetrar este tipo de ataques.

Asimismo, opinan que uno de los motivos de estos atentados es el hecho de que los tres ministerios principales, el de Interior, Defensa y Seguridad Nacional, continúan vacantes por falta de acuerdo entre los políticos.

En este sentido, el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, insistió en una visita a Irak el pasado abril en la importancia de que Irak complete la formación del Gobierno, especialmente en las carteras relacionadas con la seguridad, antes de que EEUU complete la retirada de sus tropas a finales de año.

El atentado de Qadesiya se produce un día después de que el primer ministro Nuri al Maliki afirmara que Irak "todavía se encuentra en una espiral de peligro".

"No soy pesimista", dijo el jefe de Gobierno, quien anunció que quiere tomar "estrictas medidas para que las circunstancias excepcionales no vuelvan a Irak".

Al Maliki dijo que el país todavía afronta desafíos aunque ha avanzado "una gran parte del camino hacia la seguridad y la estabilidad".

La jornada de hoy se ha visto también empañada por otros atentados perpetrados en distintos puntos de Irak que en total han causado cinco muertos y 16 heridos.

El más grave de ellos tuvo lugar en el pueblo de Al Musayeb, 40 kilómetros al sur de Bagdad, donde fallecieron tres personas y otras siete resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo cerca de una cafetería.