El armador italiano Diego Attanasio, testigo clave del caso Mills, volvió hoy a negar los argumentos esgrimidos por los abogados de Silvio Berlusconi para la defensa de este proceso, que juzga al primer ministro de Italia por supuesta corrupción en acto judicial.

Como ya hiciera en 2007 en la otra rama del proceso que condenó a David Mills, el exabogado británico de Berlusconi, a una pena de 4 años y medio de cárcel, Attanasio negó en el Tribunal de Milán haber sido él quien diera al letrado los 600.000 dólares que la acusación considera objeto de la corrupción judicial.

Según informan los medios italianos, ante la pregunta del fiscal sobre si le dio tal cantidad a Mills en concepto de minuta, como sostiene Berlusconi y sus propios abogados, el armador contestó con un rotundo "no" y añadió además no saber nada de los movimientos financieros que pudiera hacer el letrado británico.

Attanasio prestó hoy declaración como testigo en una nueva vista del juicio Mills en el Tribunal de Milán en presencia del propio Berlusconi, quien cumplió así con su sexta visita a los tribunales sin hacer declaraciones a los medios a su llegada.

El testimonio del armador es clave en el caso, pues la defensa de Berlusconi le atribuye a él los 600.000 dólares que el primer ministro pagó supuestamente a Mills a cambio de que éste falseara a su favor su testimonio en dos juicios de finales de los años noventa, permitiendo que el mandatario quedara absuelto.

En todo este tiempo, la defensa del primer ministro, capitaneada por los abogados Piero Longo y Niccolò Ghedini, ha asegurado que esos 600.000 dólares corresponden al pago en dinero negro a Mills por parte de Attanasio para evadir impuestos al fisco británico y no tener que compartir el mismo con los socios de su bufete.

"Me parecería extraño que un experto en fiscalidad como Mills se encontrara con problemas fiscales", apuntó el armador durante la vista, que había sido fijada para este sábado después de que Attanasio no pudiera acudir a testificar el pasado 23 de mayo por estar de baja por enfermedad.

El mismo testimonio del armador ya había sido escuchado hace unos años en el juicio a Mills, quien, en la otra rama del caso, fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión en febrero de 2009 (posteriormente ratificado en apelación), aunque el delito de corrupción fue declarado prescrito por el Tribunal Supremo en 2010.

Antes de su testimonio, los abogados de Berlusconi pidieron a los jueces que declararan a Attanasio "testigo-imputado por un delito relacionado", una figura que le permitiría al armador negarse a testificar en base a otro proceso en fase de apelación que tiene por corrupción en la localidad de Salerno (sur de Italia).

Finalmente los jueces decidieron no conceder tal estatus al armador, al considerar que ese otro proceso no estaba relacionado con este y propiciaron así su testimonio en el juicio.

Berlusconi tiene pendientes en el Tribunal de Milán otros tres procesos judiciales: Mediatrade (supuesta apropiación indebida y fraude fiscal), Mediaset (supuesto fraude fiscal) y Ruby (supuesto poder e incitación a la prostitución de menores).