El Gobierno español decidió ayer expulsar al embajador de Libia en Madrid, Ajeli Abdussalam Ali Breni, además de a tres funcionarios de la oficina diplomática, por mantenerse fiel al régimen de Gadafi, según informa el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Exteriores notificó oficialmente ayer al embajador libio la decisión de "poner fin a su misión" y le da diez días para abandonar España.

El departamento que dirige Trinidad Jiménez tomó esta medida al sostener que el régimen de Gadafi ha perdido "toda legitimidad por la continua represión que ejerce contra la población libia".

El Gobierno español también ordenó expulsar a tres funcionarios de la embajada libia por realizar "actividades incompatibles con su estatus diplomático", añade la nota. Este paso representa la ruptura definitiva de las relaciones entre España y Libia.

No obstante, la salida del embajador no supone por ahora el cierre definitivo de la legación libia, donde aún quedan algunos funcionarios, informaron fuentes diplomáticas.

La expulsión del máximo representante del Gobierno de Gadafi en Madrid se decreta después de que Exteriores decidiera suprimir el puesto de embajador de España en Trípoli. El embajador en Libia, Luis Francisco García Cerezo, abandonó Trípoli el 2 de marzo junto al resto del personal diplomático debido al conflicto.

Esto supuso el cierre en la práctica de la legación en Trípoli, que quedó custodiada por empleados locales.

Desertan 46 militares

Por otra parte, al menos 46 militares libios, entre ellos varios oficiales de alto rango, han desertado de las fuerzas leales a Gadafi y han llegado a Túnez en los últimos dos días, informó ayer la agencia oficial tunecina TAP.

El pasado miércoles 19 militares, incluidos oficiales, llegaron a la ciudad costera de Bengerdane, en el este de Túnez y fronteriza con Libia, según la misma fuente.

El día anterior otros 27 uniformados libios, entre ellos igualmente varios de alto rango, alcanzaron también esa región.